sábado, 26 de mayo de 2012

¿Santificaos hoy, porque Jehová hará maravillas?


¿Santificaos hoy, porque Jehová hará maravillas?
Pr Lic. Guillermo Sebastián Olivera

Josué 3:5  Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros.

INTRODUCCIÓN
Se le pidió a la gente que se separara de todo lo impuro y se consagrara por completo al Señor.
Antes de entrar a la tierra prometida, los israelitas debían santificarse, hacer una ceremonia de purificación. Esto se hacía muchas veces antes de hacer un sacrificio o, como en este caso, antes de presenciar un gran acto de Dios. La ley de Dios declaraba que muchas cosas podían hacer que una persona se volviera inmunda: ingerir ciertos alimentos (Levítico 11), el parto (Levítico 12), la enfermedad (Levítico 13, 14), tocar un cadáver, etc. Dios se valió de estas diferentes señales externas de inmundicia para ilustrar la inmundicia interna del hombre como resultado del pecado. La ceremonia de purificación ilustraba la importancia de acercarnos a Dios con un corazón puro. Como los israelitas, al acercarnos a Dios debemos resolver el problema del pecado en nuestra vida.

 DESARROLLO

 Los israelitas llegaron al Jordán con fe, habiéndoseles dicho que debían cruzarlo. En el camino del deber prosigamos tan lejos como podamos y dependamos del Señor. Josué los guiaba. Se nota en particular su levantada temprano, lo cual demuestra, como después en otras ocasiones, cuán poco buscaba él su propia comodidad. Aquellos que harán pasar grandes cosas, deben levantarse temprano. No ame el dormir, no sea que se empobrezca. Todos los que están en puestos públicos siempre deben atender al deber de su posición. El pueblo tenía que seguir al arca. Así, pues, nosotros debemos andar en todo conforme a la regla de la Palabra y a la dirección del Espíritu; así será la paz sobre nosotros, como sobre el Israel de Dios; pero debemos seguir a nuestros ministros solamente como ellos sigan a Cristo.

Todo el camino de ellos por el desierto fue una senda no hollada pero principalmente éste por el Jordán. Mientras estemos aquí debemos esperar y prepararnos para pasar por caminos que no pasamos antes; pero en la senda del deber podemos proceder con osadía y alegría. Sea que estemos llamados a sufrir pobreza, dolor, trabajos, persecución, reproche o muerte, estamos siguiendo al Autor y Consumador de nuestra fe; ni podemos sentar planta en ningún punto peligroso o difícil en todo nuestro viaje pues la fe verá allí las huellas de los pies del Redentor, que pasó por esa misma senda a la gloria en lo alto, y que nos llama a seguirle, para que donde Él está nosotros también podamos estar. Ellos tenían que santificarse. Si queremos experimentar los efectos del amor y poder de Dios, debemos abandonar al pecado y tener cuidado de no contristar al Espíritu Santo de Dios.

Evitar la murmuración que es algo muy feo, malo y abominable ante los ojos de Dios. Tengamos mucho cuidado de caer en ese lazo, porque si no estaremos dando vueltas en el desierto de la vida sin llegar a las alturas de las cosas grandes que Dios tienen para nosotros.

CONCLUSIÓN

Nos vamos a parar aquí, nosotros en el desierto o nos vamos a parar ante el Río Jordán en el medio, y la Tierra Prometida de ricas bendiciones con todo lo que queremos y necesitamos al otro lado del Jordán. En esa tierra hay muchas bendiciones 1) el Bautismo en el Espíritu Santo, 2) Dones 3) Talentos 4) Paz 5) Felicidad que tanto deseamos 6) Prosperidad, 7) Salvación de nuestra familia 8) Sanidad física, 9) Sanidad espiritual 10) Entrar en otra dimensión en lo espiritual etc. Bueno hay muchas cosas más, todo eso que querías y pedías, pero hay un Jordán en tu vida que no te deja pasar, cuál será, quizá algún vicio, el mal carácter, la amargura, el constante desánimo, la impaciencia, la rebeldía, el odio viejo, el rencor, la venganza, la duda, la pereza, la desobediencia, la mentira, la falta de palabra, etc. Las bendiciones no son tan fácil de obtener, están muy cerca pero no se dan fácil, hay que estar dispuesto a sufrir por la causa del Señor, por el testimonio de Jesucristo, pero también te digo que al otro lado del Jordán hay muchas cosas que tu espíritu viene deseando por mucho tiempo,: está la Unción fresca del Espíritu Santo, la Bendición de poder oír la Voz de Dios y obedecerla, y decir Señor si quieres que pida perdón lo haré, si quieres que deje esto o aquello estoy dispuesto, este rencor que he estado guardando por todo este tiempo solo me ha traído tristeza, dolor y amargura, estoy dispuesto a tomar el primer paso, voy a pedir perdón a mi hermano/a, a mi amigo, a mi enemigo a todos aquellos a quienes en algún minuto ofendí e hice daño

Hágalo venga en este momento a la presencia del Señor y hable con Él, cada uno de nosotros debemos dar este primer paso que el Señor espera que demos; porque la decisión es nuestra y vamos a pisar el Jordán que nos impide la felicidad, la tranquilidad y por la Fe se abrirá ante nuestros ojos. Dios lo hará y entraremos a poseer la Tierra que fluye leche y miel, o sea todas esas bendiciones que Dios tiene para nosotros y las estamos desaprovechando por nuestra ignorancia o por no saber que Dios está dispuesto a bendecirnos y perdonarnos y darnos otra oportunidad.

 Pero debemos tener claro que le que dijo a Josué: Santificaos porque mañana Jehová hará maravillas con vosotros. La persona en la Dios quiere hacer maravillas mañana eres tú, entonces debes santificarte con urgencia HOY.

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