domingo, 27 de mayo de 2012

Los Hechos de los Apóstoles (PARTE 1)




Los Hechos de los Apóstoles

Rev. Pieter J. Den Admirant: pastor misionero que trabajó Los Hechos de los Apóstoles por años en Chile

Este libro fue editado y distribuido

Por Fundación En la Calle Recta.
(Más información en su sitio de web: http://www.enlacallerecta.es/)

En cooperación con la Liga Misionera Reformada en la Iglesia Reformada en Holanda

1. El nombre del libro

El segundo libro de Lucas es conocido con el nombre de Hechos de los apóstoles, un nombre que ya existía al final del segundo siglo. Sin embargo, nada asegura que haya sido el mismo Lucas quien llamara a sí a su libro. El título que se le ha dado a este libro no concuerda adecuadamente con su contenido. Pues en los Hechos sobresalen más las figuras de Pedro y (después del capítulo 13) de Pablo. Luego del capítulo 13 no nos informamos de ningún relato concerniente a los demás apóstoles.

Este libro comienza hablando de la ascensión de Cristo, con un mandato previo del Señor para predicar el evangelio en todos los lugares. Podem­os decir que en Hechos 1,8 se encuentra el programa de todo el libro, la predicación del evangelio que comienza en Jerusalén, Judea y Samaria, y se extiende a muchas partes del mundo hasta alcanzar a Roma, centro del mundo antiguo y del gran imperio romano (Hechos 28). Casi en cada capítulo encontramos un paso adelante en cuanto al progreso del anuncio del evange­lio de Jesucristo.

2. El carácter y fin

Hechos no es la elaboración de la primera historia eclesiástica como algunos dicen. No estuvo en el propósito de Lucas escribir tal historia. El escritor sagrado nada dice del trabajo de la mayoría de los apóstoles, y de cómo, por ejemplo, llegó el evangelio a Egipto e Italia. Empero, por otro lado nos otorga mucha información con respecto a los viajes misioneros de Pablo, y repite algunos sucesos de la vida de éste (la conversión de Pablo, Hechos 9; 22 y 26). Tenemos que comparar la obra de Lucas con la de los historiadores de aquel tiempo. Estos últimos escribieron historias para enseñar, Lucas escribe para predi­car. Primeramente Lucas nos da a conocer en su evangelio cómo la salva­ción fue revelada, y luego describe, ahora en los Hechos, claramente la relación entre aquel evangelio y las generaciones posteriores. El evangelio echa raíces en la iglesia, es confirmado por los apóstoles y también por Dios mismo a través de sus hechos poderosos, las señales y milagros.

Podemos decir que Lucas tenía en mente los siguientes propósitos cuando se propuso escribir el libro de los Hechos (así también con su evangelio):

a.  Contar los hechos poderosos realizados por el Señor Jesús cuando estaba en esta tierra (el evangelio), y ahora en su estado de elevación (los Hechos), a fin de que los interesados en el evan­gelio (como Teófilo) estén bien informados acerca de la perso­na de Jesucristo.

b. Fortalecer a las iglesias mismas en las últimas decenas del primer siglo en la época post-apostólica, relatando que así como el Señor Jesucristo guió a la iglesia en sus inicios, así seguirá haciéndolo con las generaciones posteriores que forman parte de su pueblo, dándoles su consuelo y ayuda.

c. Escribir una apología con el fin de hacer ver que los cristianos no son un peligro para el estado.

3. Motivos teológicos

a. Lucas nos muestra el crecimiento y el progreso de la iglesia como resultado de la predicación del evangelio.

b. Mientras que Lucas en el evangelio se concentra en la predi­cación del reino de Dios, en los Hechos menciona siempre la importancia de la predicación de la cruz (muerte) y la resurrección del Señor Jesús. De esta manera Jesús es el centro de su propio reino, y Él reina sobre los suyos a través de la fe y la obediencia de sus discípulos.

c. El Espíritu Santo es la persona motivadora, cuyo poder alienta a la iglesia hacia la predicación, siendo Él mismo la fuente de vida de la cual la iglesia se nutre.

d. La vida bajo el control del Espíritu Santo se caracteriza por su énfasis en la perseverancia en la doctrina de los apóstoles, en el servicio, en la oración, en la comunión, y en el gozo del Espíritu Santo. Él hace posible que la Iglesia pueda cumplir su tarea.

e. La palabra de Dios tiene poder. El crecimiento de la iglesia es en el fondo el crecimiento de la Palabra (6,7). Otros textos del crecimiento son: 2,47; 5,14; 12,24; 13,49; 19,20; 28,31.

f. El crecimiento de la iglesia no guarda ninguna relación con el triunfalismo. Hay también poderes que se oponen a ella, tanto dentro de su propio seno como fuera de él, por ejemplo la hipocresía, la magia, la perse­cución.

g. El crecimiento de la iglesia tiene lugar mediante la predicación del evangelio. Es notable la cantidad de (resúmenes de) sermones que podemos encontrar en los Hechos (véase por ejemplo: 2,14ss; 3,12ss; 4,8ss; 5,29ss; 7,2ss; 10,34ss; 13,16ss; 17,22ss; 22,1ss; 26,2ss.

h. La resurrección es el centro de la predicación de los apóstoles, sin desde luego pasar por alto el significado de la cruz del Señor. La salvación se concentra en Jesús (4,12). Fuera de Él no hay perdón (13,39). Sin embargo, la resurrección es la demostración más clara de la intervención de Dios en este mundo y es garantía de la esperanza de los creyentes. Siempre los apóstoles dejan acompañar su predicación con un llamado al arrepentimiento y la fe en Jesucristo. El Salvador luego será el Juez del mundo (10,42; 17,31).

i. Los apóstoles cumplen y mantienen el mandato de Cristo, comenzando desde Jerusalén (ver Lucas 24,47); el evangelio siempre comienza a ser predicado en primer lugar en las sinagogas y después a los gentiles. Esta fue la norma apóstolica llevada a cabo en la expansión del evangelio. Nunca olvidaron el orden de Dios: "al judío primeramente, y también al griego".

4. El escritor

Indudablemente, es Lucas el escritor del libro de los Hechos, asimismo como del evangelio que lleva su nombre. Era compañero de Pablo, y es muy probable que lo fuera también durante un tiempo en los viajes misioneros de éste. Lo anterior se desprende debido al hecho de que hay partes (desde 16,10) en donde el escritor escribe en primera persona del plural (la forma "nosotros").

Los descubrimientos arqueológicos han corroborado la exactitud histórica con la que Lucas escribe. Existen eruditos que piensan que hay diferencias entre lo que Lucas escribe acerca de Pablo, y lo que Pablo mismo habla en sus cartas. Pero debemos pensar en el válido argumento de que Lucas escribe como historiador con un énfasis en la misión, mientras que Pablo lo hace para capacitar a las iglesias a través de sus cartas. Además, hay una distancia de 30 años entre las cartas de Pablo y el libro de los Hechos en cuanto a la redacción de ambos.

5. Bosquejo

1. El mandato para testificar de Cristo Jesús en Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra (1,1-26)

2. Los apóstoles y la iglesia testifican en Jerusalén (2,1-6,7)

3. La extensión de la predicación del evangelio en Judea y Samaria (6,7-9,31)

4. El principio de la predicación del evangelio entre y hacia los gentiles (9,32-16,5)

5. El testimonio en Grecia y Asia Menor (16,6-19,20)

6. El testimonio hasta lo último de la tierra (19,21-28,31)

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