viernes, 11 de mayo de 2012

HISTORIA DEL CRISTIANISMO (CAP. 6)


.  LAS REFORMAS DEL CRISTIANISMO





Presentación del capítulo




            En la unidad anterior analizamos las condiciones generales del cristianismo y la decadencia que se presentaba en el seno del papado romano. Estas descripciones, quizás, tuvieron un contenido crítico para la vida de la Iglesia medieval. De hecho, el largo periodo de letargo quedaba atrás, no obstante, las marcas deformes representadas en las diferentes anomalías de la cristiandad (la decadencia del papado, las cruzadas, el oscurantismo general) quedarían impresas hasta nuestros días. Sin embargo, el período que comprende a las últimas décadas del siglo XV y las primeras del siglo XVI (1400-1500 d.C.) se dieron evidencias de un nuevo paradigma en Europa occidental.

             Las evidencias de este nuevo paradigma se caracterizaban por dos elementos vitales que predominaron en el contexto previo a las reformas cristianas: la oportunidad y vigor espiritual del cristianismo:



1.      La oportunidad:



Los acontecimientos religiosos del contexto de la reforma son imposibles de considerarlos sin estudiar las diferentes corrientes científicas, culturales, filosóficas, políticas, económicas e individuales concomitantes en toda Europa occidental. Científicamente tenía que ver con un nuevo escenario mundial en que Europa conquistaría vastas zonas del mundo. Este escenario fue precedido por los avances en la navegación, contactos intercontinentales y el descubrimiento de la esferidad terrestre.

Por su parte, el renacimiento se puso de manifiesto una casualidad, lo que entonces renació fue el gusto por la vida, la sensibilidad, los colores, la luz y la belleza del cuerpo humano. En este sentido, las artes se dirigían directamente a los sentidos: la arquitectura y la pintura. La filosofía (con sus raíces en el siglo XIV), anunciaba un cambio fundamental en el concepto de las relaciones entre el hombre y lo trascendente. Se caracterizaba por su reacción contra la escolástica medieval. Apareció “Guillermo de Ockam (franciscano inglés), quien afirmaba que el único camino para llegar a la certeza de la existencia de algo era la evidencia inmediata, el conocimiento experimental y lo único real es lo individual. Para él, lo universal no existía (Mazzara, 1972:9).”

            Otros sucesos se basaban en el descontento social y político del Imperio alemán, débil y dividido, que buscaba su afirmación nacionalista. A estos hechos se encuadraron las transformaciones económicas europeas. La aparición del capitalismo moderno rompía con la organización ruralista de la Alta Edad Media, sobre la que asentaba su poder la Iglesia Católica Romana.

           

2.      El vigor espiritual dentro del cristianismo.



            Historiadores de todas las confesiones y naciones están de acuerdo en afirmar que, sin desconocer todos los elementos socio-político alemán, la corrupción de las políticas eclesiásticas romanas, las transformaciones del fin medieval, hay un factor no jerarquizado suficientemente y esencial: un despertar religioso de los más acuciantes de la historia de la humanidad basado en la búsqueda de una renovación espiritual profunda (Mazzara, 1972:8). Todas las configuraciones sociales y religiosas conducían a que el cristianismo buscara una madurez, una experiencia religiosa más libre y adulta. Quienes encontraron que la Iglesia Católica en aquel momento no satisfacía esta exigencia, se orientaron hacia un movimiento renovador, desplazado de su seno. De allí, no podemos hablar de una Reforma, sino diferentes reformas: protestantes y católicas o contrarreformas. Ambos movimientos correspondieron a un mismo despertar de la conciencia cristiana.

            Profundizando más aún en esta dirección de los conceptos, muchos historiadores ven otras líneas de reformas y es la manifestación anabaptista (rebautizadores). A diferencia de las ideas del protestantismo de Martín Lutero, Juan Calvino y Ulrico Zwinglio (quienes querían reformar a la iglesia sin salir de ella), el movimiento de Reforma Radical sostenía que debía fundar una congregación o grupo de verdaderos  creyentes. Por eso, no hablaban de reforma de la Iglesia (reformatio), sino restitución (restitutio) de la misma.

            Desde esta perspectiva, en el presente módulo seguiremos un criterio de tratamiento de los temas bajo tres corrientes de reformas que serán denominadas como: la reforma protestante magisterial, que incluye a hombres del magisterio (una inclinación más erudita), la reforma católica o contrarreforma y la reforma radical (conocidos históricamente como los anabaptistas).

            Una vez hecho estas salvedades, conviene destacar que vale la pena el esfuerzo de hacer este estudio. Las diferentes selecciones bibliográficas y el presente material serán muy enriquecedores. De hecho, no se pretende agotar una temática tan vasta como la historia de las reformas. No obstante, todas las realidades conjugadas en las reformas del siglo XVI proveerán los antecedentes históricos que nos permiten la comprensión de las características generales del cristianismo contemporáneo.





DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS



Tema 1: Definiciones y aproximaciones a los movimientos de reformas del siglo XVI.



            Tal como lo estudiamos en el módulo anterior, durante la Edad Media, la necesidad de una reforma de la Iglesia se dejó sentir varias veces, especialmente en los períodos de crisis sociales agudas y en épocas de profundos transformaciones religiosas, sociales y políticas. Si bien, estos precedentes fueron los condicionantes para las pretensiones de reorganización del cristianismo católico en occidente, no obstante la Reforma es un término amplio que designa un movimiento religioso en la cristiandad occidental que surgió alrededor del 1500 y culminó a mediados del siglo XVII con antecedentes que se remontan al siglo XIV (Linder, 1989:895).

            Desde esta perspectiva, para comprender el desenvolvimiento de los acontecimientos ocurridos antes y durante la Reforma, es necesario distinguir claramente el vasto trasfondo de intranquilidad y cambio en Europa. Para esta distinción, en nuestro particular, utilizaremos las diferentes fases reformadoras, por un lado, y por otro a los sistemas de oposición a la Iglesia Católica.

            En primera instancia, la Reforma Protestante que transformó dramáticamente a Europa, tanto en términos religiosos y sociales, no fue un movimiento uniforme dirigido por una sola persona e ideología. En realidad existían diferentes fases reformadoras y dos alas en la protestante. De allí, se  pueden deducir tres posibles variables para nuestro estudio: la reforma protestante magisterial, que incluye a hombres del magisterio y una inclinación más erudita; la reforma católica o contrarreforma y la reforma radical, conocida como los anabaptistas quienes estaban insatisfechos por las dos primeras posturas de reforma. Aunque este intento de distinción de las reformas por medio del criterio: magisterio, contrarreforma y reforma radical corre el riesgo de una explicación simplista, no obstante, este método nos ayuda a analizar los diferentes caminos utilizados para lograr el objetivo central: la Reforma del cristianismo.





1.      La reforma magisterial.



            Se considera así a la combinación de la confluencia de acontecimientos y hombres con personalidades dinámicas, talentosas, eruditas y magistrales de la iglesia cristiana en occidente. Los hombres que caracterizaron este perfil de reforma fueron: Martín Lutero, Juan Calvino y Ulrico Zwinglio. Ellos no prohijaron la ruptura radical con el pasado inmediato de la iglesia, ni pretendían la abolición de la  misma como institución, sino solo la reforma con base en principios del cristianismo apostólico primitivo.

            Esta fase de la Reforma es considerada magisterial por la influencia e ideales que tuvieron sus principales representantes. Hombres como Lutero y Calvino conjugaron elementos de sus relaciones íntimas con los príncipes de sus regiones, la fuerza de su inteligencia, sus emociones y voluntad, su celo y dedicación a fin de combinar las diferentes clases sociales en búsqueda de un apoyo para las transformaciones pretendidas. En buena medida, si se recuerda los intereses que entraban en juego se comprenderá mejor por qué los reformadores magisteriales se contentaron con una reforma a medias.



2.      La reforma radical.



            El término abarca  un cúmulo de movimientos que florecieron a partir de la década de 1520 y que inicialmente a menudo se debieron a la reforma magisterial de Zwinglio y Lutero, pero los seguidores de estos movimientos querían llevar los cambios más allá y sobre diversas bases. Especialmente en sus etapas iniciales la reforma radical fue una continuación de los movimientos medievales de piedad laica y protesta social. Se caracterizaba por el reclutamiento de seguidores entre el campesinado y estratos inferiores de las sociedades europeas.

            A diferencia de la reforma magisterial, que pretendía la reforma de la Iglesia existente (reformatio), los radicales sostenían que debían fundar y restituir (restitutio) una congregación o grupo de verdaderos creyentes. En contraste de aquellos que decían ser cristianos por el hecho de pertenecer a una nación cristiana y ser bautizados de niños, generalmente los radicales se oponían al bautismo de infantes y proponían el bautismo de creyentes o rebautismo.

            Por otro lado, las características del liderazgo de esta reforma tenían un perfil funcional sobre la base del laicado. Si bien, el movimiento, en parte, nació en las bases donde muchos de sus jefes tenían una inclinación erudita (por los contactos de los reformadores magisteriales), no obstante a medida que lograban una mayor expansión sus líderes fueron tornándose hacia una mayor participación de campesinos, artesanos y personas con menos erudición.

           

3.      La reforma católica.



            La Reforma protestante no fue la única señal de nuevo vigor espiritual durante el siglo XVI. Muchos cristianos dentro de la Iglesia Católica Romana luchaban por depurar la Iglesia. Al principio, ninguno de los reformadores quiso dejar la Iglesia Romana; lo que querían era cambiarla. Por supuesto, su acción afectó a la mayoría católica, especialmente a los más instruidos, que leían y pensaban los escritos de los reformadores.

A pesar del movimiento protestante, la mayoría de los que querían cambiar la Iglesia siguieron siendo católicos, y la Iglesia Católica Romana habría cambiado de todos modos incluso sin la Reforma protestante. El movimiento protestante estimuló a la Iglesia de Roma a realizar lo que muchos anhelaban, si bien en primera instancia, el avivamiento católico se dirigió en contra de los protestantes.

Entre las metas buscadas por el avivamiento católico estaban cuatro diferentes aspectos:



           

Aspecto moral y social: reformar la Iglesia desde el papa hasta el último de los monjes, exigiendo el cumplimiento estricto de las leyes canónicas y poniendo más énfasis en la disciplina.
Aspecto polémico: detener el progreso del protestantismo.
Aspecto político: reconquistar los territorios perdidos como consecuencia de la Reforma.
Aspecto misionero: ganar a los paganos de los nuevos territorios para la Iglesia Católica Romana.


            Sobre la base de estas metas la Iglesia Católica Romana utilizó tres caminos bien definidos para llevar a cabo y sostener su reforma. Si bien, cada uno de estos caminos serán los objetos para nuestro estudio en los próximos temas, cabe lugar a enunciarlos por su importancia en la conexión de los acontecimientos históricos del cristianismo: las nuevas órdenes monásticas con sus respectivas expansiones misioneras, la inquisición y el índex, y los diferentes concilios reformadores.



                En segunda instancia, los sistemas de oposición a la Iglesia Católica se hicieron ver entre los diversos ángulos de la vida social. En este particular, aunque las pretensiones eran diferentes, a veces se confundían. De ahí que, la pérdida de la confianza a la iglesia y un nuevo sentimiento religioso fueron los principios comunes de los diferentes anhelos inherentes de los individuos que representaban la sociedad europea occidental.



4.      La pérdida de confianza a la Iglesia.



Las estructuras de la vida eclesiástica y el modo de presentar y vivir el mensaje se presentaron inadecuados a las nuevas situaciones. Tanto los ideales y propósitos diferían demasiado al modelo original de la Iglesia primitiva y apostólica. Esta pérdida de confianza y simpatía se hizo ver tanto en los príncipes, burgueses y la masa popular. Las diferentes pretensiones papales para cobrar impuestos, la decadencia espiritual y las alianzas abiertas de los papas contra los príncipes condujo a los nacionalístas a pensar seriamente en un rompimiento con Roma para su consecuente organización de iglesias nacionales.

Veo que no podemos conseguir casi nada de los ministros de Cristo sino por dinero; dinero para el bautismo, para casarse, para confesarse – ¡no, si siquiera la extremaunción se da sin dinero! No hacen repicar las campanas sin dinero; no entierran a nadie sin dinero, tanto que el paraiso pareciera estar cerrado para aquellos que no tienen dinero. A los ricos se los entierran en la iglesia, mientras que a los pobres en el terreno de la iglesia... El rico puede comer carne en cuaresma, pero el pobre no puede aunque el pescado sea mucho más caro. El rico puede conseguir con facilidad grandes indulgencias; pero el pobre no puede conseguir ninguna, porque necesita dinero para pagarlas.
Seebohm, The Era of the Protestant Revolution (Londres, 1875), pp. 57-58.

De este modo, la sublevación de muchos príncipes fueron especialmente una revolución política contra el imperialismo eclesiástico. Muchos príncipes europeos deseaban impedir que continuara la corriente del dinero que iba a Roma y el monopolio de las propiedades de la Iglesia en sus respectivos territorios. A todo esto también se complementaban los descontentos populares. Por más de un siglo ya existían las rebeliones y luchas de campesinos que clamaban por las excesivas exigencias impuestas por los derechos feudales y clericales en nombre de la Iglesia. Un español, contemporáneo del siglo XVI decía:





Pero, a pesar de este odio hacia los sacerdotes, en Alemania y los cantones de Suiza, se descubría que casi todos los movimientos de insurrección estaban impregnados de algún sentimiento religioso con el cual se entremezclaba algún sueño confuso de que el Reino de Dios podría establecerse en la tierra si sólo se pudiera desalojar de ella a los sacerdotes.



5.      Los movimientos religiosos.



Los movimientos religiosos en búsqueda de una transformación fueron los lolardos ingleses, los taboritas de Bohemia, pero a principio del siglo XVI adquirió un carácter decididamente alemán. En este sentido, diferentes movimientos de reforma fueron asimilados de uno u otro modo: en algunos casos fueron absorbidos por el papado y, en consecuencia, encausados y legitimados – como el movimiento franciscano-, o bien desembocaron una suerte de martirio ideológico individual o grupal. También existieron aquellos movimientos que terminaron en la herejía, limitados a ciertos principios que de nada sirvieron a una verdadera transformación buscada. No obstante, el movimiento que desencadenó a la reforma religiosa del siglo XVI y que modificó hasta el punto de la historia estaba en la figura de Martín Lutero.

            El desencadenante de la Reforma llegó de Roma. Cuando el papa León X necesitaba dinero para la construcción de la Basílica de San Pedro y la otra mitad debía ser empleada en el pago de su deuda al banquero Fúgger de Ausburgo. Esto hizo que sus vendedores de indulgencias recorrieran todo el país. Eran monjes mendicantes que vendían a bajo precio certificados papales en los que se concedía el perdón de pecados. Los príncipes de las naciones europeas no veían con buenos ojos que saliese tanto dinero del bolsillo de sus súbditos para ir a las arcas del papado. Federico el Sabio, elector de Sajonia, prohibió la venta de indulgencias en su territorio. No obstante, hubo un vendedor de indulgencias muy hábil, llamado Juan Tetzel (c. 1465-1519). Este fraile domínico alemán es reconocido por sus famosos tráficos de indulgencias en Jüterbock, cerca de Wittenberg, frontera sajona, donde acudía la gente para sus compras. Según Tetztel: “en cuanto el dinero suene en la cesta, el alma sube al cielo (Schwanitz, 2003:102).

            Las declaraciones exageradas del fraile agitaron a la población y corrieron a la Universidad de Wittenberga para que un profesor confirmara la validez de las indulgencias. Pero, el profesor se negó a dar su visto bueno y agitaron su preocupación pastoral, su nombre era Martín Lutero.



Tema 2: La reforma magisterial.



            Los distintivos más fundamentales del ala de la Reforma Magisterial fue el éxito de su programa de reforma con el apoyo del estado. Los tres principales representantes del magisterio: Martín Lutero, Juan Calvino y Ulrico Zwinglio no podían concebir una iglesia que no gozara de la protección y el apoyo del gobierno. A diferencia, los reformadores radicales sostenían que la verdadera iglesia era una iglesia libre de la influencia del estado.

            La falta de espacio no nos permite entrar en todos los aspectos detallados de esta fase reformadora. Por lo consiguiente, nos interesa más el estudio de los factores externos y las experiencias internas que impulsaron a los diferentes hombres a dirigir la Reforma.



A.    Martín Lutero (1483-1546).



1.      La vida y conversión de Lutero.



Martín Lutero fue el individuo catalítico y algunos factores de la sociedad alemana (la venta de indulgencias cerca de su parroquia) fueron los acontecimientos precipitantes. Su nacimiento data el 10 de noviembre de 1483, en Eisleben de Sajonia (Alemania). Su padre era un ex minero de buena posición, luego de su formación preparatoria en la escuela Georgenschule Eisenach, lo envió a estudiar filosofía y derecho a la Universidad de Erfurt. Allí tuvo una gran influencia nominalista (vía moderna), finalizando sus estudios recibió su bachillerato en artes y la maestría correspondiente.

En su anhelo por una vida más íntima con Dios, sus inquietudes frecuentes con respecto a su paz interior lo llevaron a leer la Biblia con mucho interés y devoción, pero la hora de una decisión radical vino en medio de un acontecimiento especial de su vida. El 2 de julio de 1505, en su regreso de Mansfeld a Erfurt, una tempestad lo atrapó en el camino, y un rayo cayó a sus pies. Lutero cayó al suelo, y lleno de pavor exclamó: ¡Santa Ana, sálvame![1] ¡Me haré monje si me salvas la vida! De hecho, no tardó en cumplir su voto. Se hizo monje agustino, en contra de la voluntad de su padre.

Durante un tiempo tuvo paz interior, pero pronto volvió a preocuparse por su relación con Dios y su salvación. Probó todos los caminos que la Iglesia medieval ofrecía para traer perdón y salvación: la vida monástica, el más rígido ascetismo, los méritos de los santos, las buenas obras, la adoración de las reliquias, la peregrinación a Roma, la confesión total, todo esto, pero sin lograr lo que buscaba. Con la influencia del general de la orden, Juan Stáupitz (un místico evangélico alemán), quien le insinuó a Lutero el pensamiento del amor de Dios. En una ocasión le dijo: “si quieres convertirte, no te entregues a los martirios. Ama a quien te amó primero (Muirhead, 1953, 2:55). Fue en este tiempo cuando el joven comenzó a estudiar en serio la Biblia. En sus reflexiones sobre la Epístola de Romanos descubrió la frase: “El justo vivirá por la fe (Rom. 1:17). Estas palabras nunca dejaron de sonar en sus oídos. Fueron sus conceptos principales de la justificación y salvación como dones de Dios. Años después, decía Lutero, los conceptos del sabio vicario fueron para mi como la voz del cielo y a las epístolas de Romanos y Gálatas los consideraba como su esposa, su Catalina von Bora.

Luego de ciertos estudios teológicos en el monasterio, en 1508, fue enviado a la Universidad de Wittemberg. Allí se doctoró en teología, y trabajó como profesor de Biblia y teología moral.

Durante el ciclo de enseñanzas en la universidad, entre sus cargos y cátedras tenía que hacer disertaciones sobre diferentes libros de la Biblia:



-       En 1512 fue nombrado sub-prior (subdirector) de los monasterios de Wittemberg.
-       Entre 1513 a 1515 sus disertaciones versaron sobre los Salmos.
-       Entre 1515 a 1516 sobre la epístola de Pablo a los Romanos.
-       Entre 1516 a 1517 sobre la epístola de Pablo a los Gálatas.
-       Entre 1517 a 1518 sobre la epístola general a los Hebreos.




                Como profesor, sus disertaciones eran muy bien apreciadas. Muchos alumnos acudían a Wittemberg  para oírlo. A diferencias de los predicadores retóricos elocuentes o un escolástico enfático que hablaba, Lutero era un cristiano que había experimentado el poder de las verdades reveladas, que las extraía de la Biblia. Según Lars Qualben, las razones para la gran popularidad de Lutero fueron las siguientes:

           

a.       Fue el primer profesor alemán que usó la lengua materna para explicar los conceptos bíblicos en el lenguaje del pueblo.

b.      Sus disertaciones se basaban en los textos originales (hebreo y griego) y no en la teología de la tradición escolóstica.

c.       Su constante referencia a la Biblia le daba a sus mensajes un vigor y originalidad.

d.      Su fe heroica se basaba en la experiencia de su nuevo nacimiento. Esto representaba una enseñanza llena de vida a sus asombrados auditorios (Lars Qualben, 1933: 216).



Desde esta perspectiva, la historia de la vida de Lutero no fue simplemente como una historia del profesor de Wittemberg. Fue un líder del movimiento de reformas que se extendieron por toda Alemania y los países escandinavos. De allí, al principio, Lutero no se dio cuenta de que el camino que comenzaba a transitar iba a ponerlo fuera del sistema que no logró traer paz a su vida. Sino que tenía que dar diferentes pasos para lograrlo.

El primero de los pasos en este proceso fue su resistencia a las indulgencias. Hasta estos días, Lutero todavía creía en la jerarquía de la Iglesia y en el derecho divino del papado. Estaba lleno de ideas reformadoras. En este sentido, en abril de 1517 publicó 151 tesis sobre la justificación. En septiembre del mismo año publicó 97 tesis contra la teología escolástica;  sin embargo lo que le llevó a clavar en la puerta del templo (el 31 de octubre de 1517)  las reconocidas “95 tesis” fue su idea irritante en cuanto a la venta de las indulgencias que se llevaban a cabo por la Iglesia. Estas tesis fueron traducidas del latín al español y al holandés y extensamente circuladas por toda Europa. De ellas, el mismo Lutero mandó una copia al papa.

Si bien, hacia 1516, Lutero ya tenía dudas acerca de esta práctica, y, a riesgo de perder su sustento, negó su efectividad. Roma necesitaba grandes sumas de dinero para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro y al mismo tiempo necesitaba cubrir el pago de deudas a un banquero de Ausburgo. Estos hechos desencandenaron la resistencia de Lutero. Así pues, no solo clavó las  noventa y cinco proposiciones, sino también invitaba a debatir tres temas generales:



a.       El tráfico de las indulgencias, que para Lutero era contrario a las Escrituras, inefectivo y peligroso.

b.      El poder del papa para el perdón de culpas y penas no canónicas, que Lutero negaba.

c.       El carácter del tesoro de la Iglesia, que se decía, consistía en los méritos donados por Cristo y los santos para cubrir los pecados de los penitentes, que Lutero también negaba.



            Estas controversias produjeron serias polémicas con Roma. Los folletos y tratados eran las vías que intentaban silenciar el conflicto. Entre las medidas tomadas por Roma fueron las diferentes entrevistas locales a Lutero. Por su parte, Johanes Eck, el enviado del papa en Leipzig (1519) y otra entrevista con Tomás de Vío (conocido como el Cardenal Cayetano). Todas ellas no lograron poner fin a las controversias. Luego de la muerte del emperador Maximiliano y la exaltación de Federico de Sajonia, como emperador interino, la corte de Roma fue agitada grandemente. Ante este hecho fue necesario usar resguardos para frustrar los planes de aniquilación a Lutero por parte de Roma.

                En 1520, en medio de una Alemania convulcionada y anticlerical, Lutero, en su sermón sobre la misa enseñó que todo cristiano es un sacerdote. En su obra Papado de Roma, identificaba al papa como “el verdadero Anticristo del cual habla toda la Escritura (Carl Meyer, 1989:680). Además, en el mismo tiempo, hizo circular una serie de sermones, panfletos y tratados que convocaban a una reforma. Estos fueron denominados como:



PANFLETOS Y TRATADOS DE LUTERO
Carta abierta a la nobleza cristiana de la nación alemana
Consistía en un ataque a la autoridad de la Iglesia y decía que la misma se esconde detrás de tres paredes: el poder espiritual papal sobre el temporal del gobierno; su derecho exclusivo para interpretar las Escrituras; y que sólo el papa podía convocar un concilio o reformar a la Iglesia.
La cautividad babilónica de la Iglesia
Las cuatro formas de cautividad eran: la negación de los sacramentos (bautismo y Cena) a los laicos; la transubstanciación; la misa no es un sacrificio sino un don de Dios; y ineficacia de las indulgenicas.
Tratado sobre la libertad cristiana
Sobre este concepto, Lutero afirmaba la libertad que tiene cada creyente e indicaba que todos los cristianos son sacerdotes.
Las buenas obras
Declaraba que la más noble de las buenas obras es creer en Cristo.
El papado romano
En este opúsculo combatía las exacciones de Roma y la sumisión de la Iglesia Alemana al papa.



            El 17 abril de 1521, Lutero debe comparecer ante el emperador y la corte del Imperio, para la Dieta de Worms. El elector Federico, consiguió que Lutero apareciese en persona bajo la protección de un salvoconducto (aval, documento) imperial. La magna asamblea exigió que Lutero se retractara de todas sus ideas y le dieron veinticuatro horas para meditar sobre el asunto. Al día siguiente, el director de la reunión Juan Eck, un profesor de Wintemberg, contrario a Lutero, declaró con discurso áspero que había llegado el momento para que el reformador se retractara de sus ideas.

                Inmediatamente Lutero pronunció su famoso discurso ante la Dieta diciendo: ...si no me persuaden con los propios pasajes de la Biblia que cité, y si no me convencen a conciencia con la palabra de Dios, no puedo ni quiero retractarme de cosa alguna. Porque no es seguro ni digno para el cristiano hablar contra su propia conciencia... Aquí estoy, no puedo obrar de otro modo. ¡Dios me ayude! Amén. Luego de este discurso, el papa lo excomulgó. Por su parte, la Dieta y el emperador lo colocaron bajo el interdicto del imperio. Por su seguridad, Federico lo envió al castillo de Wartburgo, donde pasó diez meses. Durante estos meses, Lutero se vistió como un caballero, dejó crecer la barba y adoptó el nombre de Júnker Jorge (caballero Jorge). Fue este uno de los períodos más importantes de su vida. De este retiro salieron las obras más notables de su vida.

            En 1525, como parte de las ideas reformadoras, se casó con Catalina von Bora, una ex monja. El casamiento formaba parte de la prosperidad de la Reforma y rompía los vínculos con Roma. Lutero subrayaba la importancia de la familia. Cooperó para lograr el casamiento de monjas y monjes.

            Desde la perspectiva familiar, su hogar fue un hogar felíz. En él nacieron cinco hijos, y se reunían numerosos estudiantes. Sus “charlas post mesa” se asentaron como un precedente para la pastoral, que se hizo muy característico en el protestantismo posterior.



2.      Las principales obras escritas de Lutero.



Durante el exilio en Wartburgo, Lutero se dedicó a la producción de obras escritas. Entre las más conocidas se encuentran su traducción del Nuevo Testamento al alemán popular. Esta traducción se basó en el texto griego de Eramso, y la traducción del Antiguo Testamento en la del hebreo. El conocimiento de la lengua de su pueblo ayudó a transmitir a la mente del alemán el pensamiento bíblico oriental. Esta traducción logró alcanzar un arraigo como Biblia alemana.

Por otro lado, Lutero tuvo ciertas preferencias por los autores bíblicos del Nuevo y Antiguo Testamento. Pero en el año 1522, definió que la carta de Santiago era un escrito que no tiene nada de evangélica y que no predicaba a Cristo. Para él, el evangelio de Juan, su primera carta, las cartas de Pablo, en particular Romanos, Gálatas y Efesios, y la primera carta de Pedro son las que dan testimonio de Cristo y enseñan todo lo que se necesita (Hans de Wit, 2002:276). A diferencia de estas, la carta de Santiago es como paja, no puede resistir ni el más mínimo soplo de la teología de Pablo.

Las charlas de sobremesa también merecen ser mencionadas. Existieron unas 6.596 anotaciones y fue una de las obras mejor conocidas por sus estudiantes después de su muerte (Bainton, 1955:331). Muchos de sus discursos fueron directos y vulgares por su contexto. Pero reflejaban una profundidad inmejorable.

Entre la gran variedad de obras literarias se encuentran los clásicos ya mencionados arriba: Carta abierta a la nobleza cristiana de la nación alemana, la cautividad babliónica de la Iglesia, tratado sobre la libertad cristiana, las buenas obras y el papado romano. Además de estos escritos, Lutero es recordado por sus aportes a la liturgia cristiana. En este sentido, produjo el himnario en alemán (idioma del pueblo), restauró el sermón a su lugar céntrico en al adoración eucarística y otorgó ciertas fórmulas nuevas para el culto cristiano, entre ellas los clásicos himnos que lo caracterizan en la historia.



3.      Las ideas de reforma.



            Cuando Lutero elaboró sus 95 tesis, no tenía un plan ni proyecto para la reforma de la Iglesia. No obstante, la Reforma comenzó con el descubrimiento teológico – o, para ser más precisos, por resultado exegético del concepto sobre la justificación del pecador. En este sentido, las afirmaciones centrales de su doctrina se pueden resumir en los siguientes fundamentos doctrinales:



LOS FUNDAMENTOS DE LA DOCTRINA DE LUTERO
Sola fe (sola fide)
Lutero creía que la justificación era lograda por la fe sola. Por los frutos de la fe, la respuesta en gratitud y amor de Dios.
Sola gracia (sola gratia)
Aunque todos somos pecadores e indignos del don de la vida eterna, la incomprensible misericordia de Dios es suficiente para la salvación y aceptación de Dios al creyente.
Sola Escritura (sola scriptura)
Las Escrituras son el punto de partida, la fuente de la fe y la respuesta a sus angustias espirituales por el mensaje de Jesucristo.
Solo Cristo (sola Christus)
Cristo es el medio por el cual el hombre por la fe recibe perdón, salvación y conocimiento de Dios. “La más noble de las buenas obras es creer en Cristo.



            Otra de las contribuciones más notables de Lutero fueron sus ideas del sacerdocio universal del creyente. Esta era una concepción radical en cuanto al derecho largamente negado a los laicos y al pueblo por la ICR a favor del clero. En su libertad cristiana, afirmaba que: un cristiano es el más obediente siervo de todos, y está sujeto a todos.

            Estas y otras enseñanzas viajaron rápido y llegaron a ser influyentes en diferentes partes de Europa: Dinamarca donde se transformó en la primer nación luterana. En Inglaterra hubo reacciones adversas a las enseñanzas luteranas. Especialmente, el rey Enrique VIII escribió un libro atacando las enseñanzas de Lutero sobre los sacramentos. Esto valió a los monarcas de turno el título de “defensores de la Fe.”

Por otro lado, una serie de eventos consecuentes marcaron la Reforma desde la perspectiva de Lutero. El siguiente cuadro presenta una síntesis de aquellos que fueron relevantes en la historia progresiva de la Reforma. El estudiante hará bien en seguir rigurosamente las lecturas correspondientes a este tópico:



LOS PRINCIPALES EVENTOS QUE PRECEDIERON A LA REFORMA DE LUTERO

Eventos
Año
Implicancias para la reforma
Guerra de los campesinos
1524/25
Seis episodios de guerras de los campesinos provocaron en las regiones germanas saqueos e incursiones.
Boda de Lutero con Catalina Von Bora
1525
Con su boda Lutero no sólo rompía con muchas de las ideas medievales, sino también afirmaba el matrimonio como una escuela para el carácter de todo ministro.
La Dieta de Espira
1529
Concedió los derechos de adoración a los católicos y limitó a los luteranos. Los cinco príncipes alemanes protestaron. A esta protesta se la denominó con el término de “protestantes.”
La Dieta de Ausburgo
1530
Se le dio el derecho a los protestantes de ser oídos. Esta aprobación se conoce por ser la declaración de fe oficial de los luteranos.
La iglesia luterana y el estado
1530
A partir de este año la iglesia luterana se puso en manos de los príncipes y se transformó en una iglesia estatal.
La cruzada contra los protestantes
1546
El papa Pablo III convocó una cruzada contra los protestantes. Si bien los protestantes fueron derrotados, en 1552 recuperaron sus territorios a través de muchas maniobras políticas.
La Paz de Ausburgo
1555
Se firmó la paz de Ausburgo, que considerando a los luteranos con iguales derechos que los católicos.



B.     Ulrico Zwinglio (1484-1531).



            1.  La vida de Zwinglio.



            Ulrico Zwinglio nació el 1 de Enero de 1484 (siete semanas después que Lutero), en el valle de Toggenburg de los Alpes suizos. Hijo de un magistrado de la aldea y de una procedencia familiar que consideraban a la iglesia como el mejor medio para el buen desarrollo social de sus hijos. Después de asistir a la escuela preparatoria en Berna, ingresó a la universidad de Viena donde conoció los conceptos del humanismo. Completó sus estudios en Basilea donde absorbió los intereses bíblicos de sus maestros.

            Zwinglio mantenía una personalidad muy sociable. Fue influido por las enseñanzas de Erasmo y Lutero. Al igual que Lutero, le agradaba mucho la música y los estudios bíblicos. Su vida fue transformada por las enseñanzas del humanista Tomás Wyttenbach, quien enseñaba la sola autoridad de las Escrituras, la muerte de Cristo como el único precio del perdón y la inutilidad de las indulgencias. Si bien, nunca pasó por una experiencia de pecado y perdón como Lutero, no obstante, su actitud fue más intelectual y radical.

A los 22 años de edad, Zwinglio fue nombrado párroco de Glarus (por influencia de su tío clérigo), y pronto llegó a ser un predicador influyente en la próspera Suiza alemana. Por su oposición al tráfico de marecenarios tuvo que irse de Glarus. Se trasladó a Einiedeln para servir como capellán del santuario de la Vírgen de Meinrad (la Virgen Negra). Este lugar, hasta la actualidad es un centro del culto a María. De hecho, su fama como predicador creció y sus amigos querían verlo en una esfera más grande. Merced a los esfuerzos de ellos, a fines de 1518 fue nombrado como sacerdote del pueblo en el monasterio e iglesia de Zurich. Este lugar era muy adecuado para un hombre como Zwinglio. La ciudad estaba gobernada por un consejo compuesto por trece representantes y 212 miembros que era convocado para ocasiones especiales. En este sentido, Zwinglio estaba en estrechas relaciones con los más distinguidos humanistas, estas conexiones y su capacidad de mover al pueblo con su elocuencia le otorgaron una posición dominante en las ciudades más democráticas de Suiza, aunque no ejerció ningún cargo político.

En 1519, una terrible epidemia diezmó la población de Suiza del norte, si bien Zwinglio mismo fue atacado por al peste. En medio de su sufrimiento y ante el umbral de la muerte se dedicó de lleno al estudio del Nuevo Testamento. Luego de superar la enfermedad prosiguió su tarea, en la cual se distinguió por su desempeño de asistencia social.

A partir de estas experiencias, su vida espiritual iba profundizándose, pero a la muerte de su querido hermano (en 1520) tuvo un cambio radical. En el mismo año renunció la pensión papal y a partir de 1522 comenzó a publicar su primer escrito a favor de la Reforma.

En cuanto a su vida familiar, desde 1522 Zwinglio estuvo viviendo en matrimonio “clerical” con Ana Reinhard. Ana era una viuda de un rico burgués de Zurich. Era llamada la esposa de Zwinglio por algunos amigos, aunque no se realizó ninguna ceremonia legal (Lindsay 1959, 2:41). Sus últimos años estuvieron marcados por una intensa influencia a la política como resultado de su capacidad y sus relaciones personales. Esto le fue posible porque su propio punto de vista respecto a la iglesia y su doctrina de la elección permitieron que la iglesia visible se identificara con la sociedad civil, pero a su vez el mismo dejaba en libertad al magistrado cristiano para determinar las formas externas del culto, la vida de la iglesia y toda la comunidad.

Zwinglio, en su personalidad fue caracterizado más por su acción la reflexión. Estas características lo distinguieron en todas sus contribuciones de reforma. Su muerte se produjo en el centro de una acción en pro de la causa protestante. Sirvió en el ejército de su ciudad y murió la batalla de Kappel (1548), en la guerra civil entre los cantones protestantes y católicos.



            2. Las ideas de Zwinglio.



Las principales ideas de Zwinglio tuvieron un móvil principal de reforma. A diferencia de Lutero, que fue su experiencia, Zwinglio utilizaba la convicción que la Biblia era la única norma de todo cristiano.



a.       La ambivalencia entre la teología y práctica: en principio Zwinglio estaba influenciado por Lutero, no obstante fue más extremado y más lógico en su visión que el primero. En sus convicciones sostenía que toda transformación debe ser un cambio radical y fundamental donde todo es alterado. En esto nunca llegó a ponerse de acuerdo con Lutero. Desde esta perspectiva, fue ambivalente. Por el lado de su teología era un humanista radical, pero en las acciones fue conservador y práctico.

b.      El punto de vista de la iglesia y doctrina: el punto de vista respecto a la iglesia y su doctrina de elección contenían varios principios. Todo debía estar basado en la Biblia, ya que ella constituye una guía completa para la vida cristiana y enseña sobre la soberanía de Dios sobre el mundo. Sobre estas ideas afirmaba que la autoridad del Evangelio no se deriva de la Iglesia. Otros puntos de vista se resumen en sus diez tesis escritas y traducidas al latín por Zwinglio. Por su parte, Guillermo Farel las tradujo al francés. El siguiente recuadro es una síntesis de cada  una de ellas.

·         La Iglesia, cuya única cabeza es Cristo, no oye su voz.
·         La Iglesia de Cristo no sanciona leyes o estatutos aparte de la Palabra de Dios.
·         Cristo es nuestra sabiduría, justicia, redención y precio por los pecados de todo el mundo.
·         Es imposible probar con la Escritura que el cuerpo y la sangre de Cristo están presentes en el pan de la Santa Cena. (En este sentido, Zwinglio afirmaba la momoria de la muerte de Cristo).
·         La misa es contraria a la Escritura porque tiene un carácter sacrificial de Cristo.
·         Cristo, en su muerte, es el único mediador e intercesor entre Dios y los creyentes, sólo él debe ser invocado. Por lo tanto, los otros mediadores deben ser rechazados porque no tienen bases bíblicas.
·         La Biblia no tiene ninguna huella sobre el purgatorio, por lo tanto, las misas, vigilias y servicios por los muertos son cosas vanas.
·         Hacer cuadros y adorarlos son contrarios a la Escritura, cualquier adoración a ellos debe ser destruída
·         El matrimonio no está prohibido para ningún estado por la Sagrada Escritura; pero la lascivia y la fornicación están prohibidas a todos, cualquiera sea su estado.
·         El fornicador está excomulgado por la Escritura. De allí, la fornicación y la lascivia son mucho más escandalosas entre el clero que entre otro estado.
E.F.K. Müller, Die Bekenntnischiften der reformierten Kirche. Leipzig, 1903, pp. vviii, 30.





            Estas tesis presentan en forma de resumen la predicación en la Iglesia reformada en Suiza, y la cuarta establece en su forma inicial, lo que desarrollada, llegó a ser la doctrina swingliana de la Santa Cena. Sobre este concepto, Zwinglio y Lutero no se pusieron de acuerdo. Si bien, no fueron tan antagónicos que no pudieran ser reconciliados, no obstante, en 1529 (en un único encuentro por medio de un Coloquio en Marburgo), ambos dividieron a los protestantes en dos partidos: los que seguían a Zwinglio sostenían que la Cena del Señor era un acto memorial (un recuerdo o símbolo del sacrificio de Cristo); por su parte, Lutero afirmaba la consubstanciación, en que el pan y el vino no cambian, pero Cristo viene a todo aquel que come y bebe con fe.

            En cuanto al bautismo de creyentes, Zwinglio afirmaba la salvación era por la fe. No obstante, consideraba el bautismo como la señal de un nuevo pacto que reemplazaba a la circuncisión del Antiguo Pacto. Si bien,  por diferentes razones, retuvo el bautismo de infantes y la aspersión, entre sus ideas reconocía que la inmersión era la forma correcta.

            Además de estas ideas, Zwinglio puso un énfasis especial en algunas cuestiones de la vida litúrgica de la iglesia. Creía en una adoración sencilla basada en la Biblia y demandaba una vida cristiana más coherente con los resultados de la salvación (Deiros, 1978:120).

           

            3. Las influencias reformadoras de Zwinglio en Suiza.



En busca de una orientación a los conflictos religiosos, los mayores dignatarios de las ciudades suizas, los eclesiásticos y civiles, se declararon partidarios de Zwinglio. De allí, el movimiento reformista conquistó también adeptos en otros lugares de Suiza.

            En la ciudad de Zurich su influencia fue muy notable. Entre los conflictos religiosos, provocados por las irregularidades de las iglesias, el consejo municipal dispuso que se celebrara un debate público en 1523. En esta ocasión todos los sacerdotes de la ciudad y sus alrededores se reunieron en la alcaidía y expusieron sus opiniones. Para esta circunstancia Zwinglio dio a conocer su programa de reforma formulado en 67 proposiciones en las que proclamaba la libertad de cada cristiano respecto a la Iglesia. Como nadie refutó sus argumentos, el concejo otorgó el apoyo y prohibió en el cantón de Zurich toda predicación que no se basara directamente en la Biblia. Esto fue un decreto de Reforma instituido oficialmente por el gobierno en Zurich.

            A partir de los años 1524-25 los seguidors y estudiantes de Zwinglio (Félix Manz, Conrad Grebel, Baltasar Hübmaier, Jakob Hutter y otros), llegaron  a ver sus primeras diferencias con su maestro. En este caso fue la polémica decisión de Zwinglio de dejar algunos asuntos doctrinales importantes en las manos del concilio de Zurich. Una disputa en enero de 1524 sobre el bautismo llegó a ser el asunto más polémico. Muchos de ellos tomaron una perspectiva intransigente anabautista. Por su parte, el reformador suizo llevó adelante su reforma a través del gobierno y los magistrados.

            Estas perspectivas de reforma se extendieron a través de los seguidores de Zwinglio a varios cantones o provincias de Suiza, incluyendo San Gall, Basilea y Berna. En 1528, el consejo de Berna envió invitaciones a los más destacados predicadores reformistas de las ciudades evangélicas de Alemania y Suiza. Entre ellos, Zwinglio llegó a Berna, con una fuerte escolta y multitud de ciudadanos que aguardaban su visita. Si bien, en la disputa estaban presentes los más destacados teólogos romanos, no obstante, el resultado fue que las autoridades y ciudadanos de Berna confirmaron su resolución de adoptar la Reforma. Los mensajes de Zwinglio en la catedral durante la disputa hicieron una poderosa impresión en el pueblo de Berna. Fue allí, cuando el presidente de la república (advoyer) M. de Watteville, se declaró convencido de la verdad de la fe evangélica, y con su familia aceptó la Reforma (Lindsay, 2:47). En este sentido, la república de Berna consideró por mucho tiempo las diez Tesis como su carta de fe religiosa.



             

C. Juan Calvino (1509-1564).



1.      La vida de Calvino.



Juan Calvino nació el 10 de Julio de 1509 en Noyon, Picardía, a 92 kilómetros al noreste de

París. Su familia procedía de un estrato social humilde, pero su padre, Gerard fue medianamente acomodado. Juan fue el segundo de los cinco hijos varones. Desde jóven su padre le inclinó a la carrera eclesiástica, de allí, aún siendo joven obtuvo muchos beneficios. Viajaba a París y estudiaba en las mejores escuelas preparatorias. Sin embargo, a raíz de un conflicto de su padre con el obispo de Noyon, la decisión de Gerard fue el abandono de todo pensamiento de Juan al sacerdocio.

            Cuando su padre murió, en 1531, Juan regresó al París para continuar sus estudios literarios (latín y hebreo), aunque por cierto período volvió a Orleans para completar su curso en leyes. Allí estudió griego con Melchior Womar, un humanista con fuertes inclinaciones protestantes. En efecto, sus conocimientos de los escritos de Erasmo y Lutero, sus amistades y el primo Francis Olivetan, quienes caminaban también en esta dirección influyeron poderosamente. Estas influencias y las ostinaciones de Calvino hacia las suspersticiones papistas pueden haber sido las influencias necesarias para que se hiciera protestante (W.S. Reid, 1989: 198). 

            En 1534 dejó París y llegó a Basilea, un fuerte centro protestante. Luego de un tiempo, en 1540 se dirigió a Estrasburgo. Aunque muchas veces estuvo acosado por la pobreza, probablemente allí gozó algunos de los días más felices de su vida. El acontecimiento personal más importante fue su boda con Idelette de Bure, una viuda anabaptista a quien Calvino la convirtió a su postura reformada. Ella le dio un hijo que sólo vivió algunos días.

Durante su estadía en Estrasburgo se convirtió en el pastor de los franceses refugiados, pero la escasa salud de su esposa lo acompañó en esta etapa. Aunque su unión matrimonial fue feliz, su esposa permaneció en una continua enfermedad que en 1549 produjo su muerte.

            Su vida ministerial puede resumirse en tres diferente etapas bien definidas: su primer llegada a Ginebra en 1536, su exilio en Estrasburgo 1538 – 41 y su segundo ministerio en Ginebra entre 1541 y 1564.



a.       La primer llegada de Calvino a Ginebra: en 1536, cuando Calvino llegó a Ginebra, esta ciudad ya había tomado algunos pasos hacia la fe evangélica. Estas transformaciones estaban dadas por Guillermo Farel, a quien Calvino se unió en este año. Farel pensó que Calvino era la respuesta de Dios a sus oraciones, no obstante, los artículos que Calvino presentó una propuesta al concilio de Ginebra (que todos los ciudadanos debían mostrar su acuerdo con una confesión de fe y que la educación de los chicos sea propuesta en la ciudad).

En reacción a esto, fueron puestos en la ciudad un sistema de inspectores (espías) para asegurar la conformidad de la Iglesia católica. Frente a esta situación, Calvino y Farel renunciaron y se fueron a Estrasburgo.

b.      El exilio en Estrasburgo: en Estrasburgo Calvino realizó una tarea pastoral entre 500 franceses. También se dedicó a responder a los romanistas con una de las mejores defensas de sus ideas reformadas. En Estrasburgo, muchas veces, estuvo acosado por la pobreza; pero, probablemente allí gozó algunos de los días más felices de su vida. El acontecimiento personal más importante fue su boda con Idelette de Bure, una viuda anabaptista a quien Calvino la convirtió a su postura reformada. Ella le dio un hijo que sólo vivió algunos días. Aunque su unión matrimonial fue felíz, su esposa permaneció en una continua enfermedad que en 1549 produjo su muerte.

c.       La segunda llegada de Calvino a Ginebra: el 13 de Setiempbre de 1541, cuando Calvino volvió a Ginebra, sus reformas fueron realizadas con mayor resolución que en su primer estadía. Comenzó una obra fructífera junto al Consejo de la ciudad, organización del gobierno de la iglesia y tenía un propósito de hacer de Ginebra una “ciudad santa,” conforme a la voluntad de Dios. Estas intensiones le condujeron a diferentes conflictos internos. La prueba final fue, cuando Miguel de Servet, un español que estaba condenado a muerte por la Inquisición por negar la doctrina de la Trinidad. Este fue denunciado por Calvino, y con la aprobación de otras ciudades protestantes suizas, así como el visto bueno de las autoriades católico romanas, en 1553 Servet fue quemado en la hoguera.

En su segunda llegada no tuvo cargos gubernamentales, ni en realidad fue ciudadano de Ginebra hasta que fue invitado en 1559. Esta naturaleza ginebrina le dio una amplia reputación, especialmente a los protestantes expatriados en toda Europa occidental.



            Luego de la muerte de su esposa, Calvino sufrió diferentes situaciones adveras para su vida privada. Como hombre muchas veces se sintió triste y solitario; en este sentido, no fue un hombre que tomara gran cuidado sobre sí mismo. El resultado de esto fue que hasta el fin de sus días sufrió de úlceras del estómago y cosas similares. Pero, de todos modos, estas debilidades no le impidieron su trabajo intenso casi hasta su muerte, ocurrida el 27 de mayo de 1564, a los 54 años de edad.



2.      Las principales obras y escritos de Calvino.



            Juan Calvino es considerado como el más grande de los teólogos reformados y el más importante de los reformadores suizos. Calvino casi no escribió sobre sí mismo, pero sí, sus capacidades intelectuales permitieron que fuera brillante en la preparación de literaturas, lenguas y leyes en varias universidades de Francia. Aunque no tuvo formación teológica, su teología vino a ser la base de la vida de las iglesias reformadas en Suiza, Francia, Países Bajos, Inglaterra, Normandía y otras partes del mundo.

            En 1523 publicó una traducción del Nuevo Testamento. Entre sus ayudantes estaban Guillermo Briconnet (obispo de Meaux), Gerardo Roussel (su amigo) y Guillermo Farel, compañero de la reforma. Otras publicaciones fueron la Psychopannychia, un ataque a la doctrina del sueño del alma después de la muerte, seguido por una traducción francesa de la Biblia por Olivetan que apareció con el prefacio de Calvino. Pero, su obra cumbre fueron los siete capítulos de Instituciones de la religión cristiana (Christiane Religionis Institutio). Esta publicación fue realizada en 1536, con una carta de prefacio dirigida a Francisco I de Francia, a favor de la defensa de los protestantes, quienes eran el objetivo de calumnias.

            En 1540, durante su estadía en Estrasburgo preparó su comentario a los Romanos y participó en coloquios con luteranos y católicos. Estas actividades extendieron su fama de erudito bíblico y teólogo. Calvino quizás se quedaría el resto de su vida en este lugar, pero el cardenal Sadoleto puso su esfuerzo para poner a Ginebra bajo el control romano. En 1541, Calvino pasó por Ginebra, donde se encontró con Farel, quien como amigo lo persuadió a quedarse en esta ciudad para ayudarle en esta tarea. Allí escribió la Respuesta a Sadoleto, una contestación eficaz que ningún otro lo pudo hacer.

En Ginebra, trabajó junto al Concilio de la ciudad, e instituyó sus Ordenanzas, sobre las cuales organizó la iglesia en esta ciudad. En las Ordenanzas, como obra escrita, estableció los cuatro oficios de la iglesia: el pastor, los maestros, los diáconos y los presbíteros. Nunca fue pastor, ni tuvo cargos gubernamentales, pero bosquejó un gobierno eclesiástico con una estrategia fuera de los límites de Ginebra. Sus contactos personales y escritos por cartas que lo convirtieron en una figura dominante de la Reforma protestante. Durante su vida escribió comentarios sobre 23 libros del Antiguo y Nuevo Testamento. Su trasfondo humanístico y creatividad teológica hizo que sus obras fueran influencias en la iglesia hasta hoy.

Por otro lado, el sistema de gobierno que Calvino propuso, ejerció un amplio poder de supervisión sobre los habitantes y humanización de las leyes. En este sentido, el principio supremo del Estado teocrático radicaba en la afirmación  de que el derecho y la ley de la comunidad están escritos en la Biblia. La interpretación de esta ley es la tarea de los pastores y de los presbíteros (mayores). De allí, la autoridad terrenal esta subordinada a su órgano supremo: el Consistorio. Esto suponía implantar una teocracia (poder de Dios) como Israel en el Antiguo Testamento. La asistencia a los cultos era obligatoria y la virtud se convirtió en ley. Los vicios y placeres eran prohibidos. También eran prohibidas las canciones indecorosas, el baile, juego, alcohol, los bares, excesos gastronómicos, el lujo y otros aspectos de la vida común. Sobre la prostitución, el adulterio, la blasfemia y la idolatría pesaba la pena de muerte. Sin embargo, Calvino permitió el préstamo de dinero a cambio de intereses, siempre que éstos no fueran abusivos (Schwanitz, 2003:109).

Además de esto, se estableció un sistema de educación para la juventud y participó en la ayuda organizada en beneficio de los pobres y ancianos. Aunque este régimen de Ginebra era totalitario, sus influencias trascendieron las fronteras de Suiza. Los viajeros quedaban encantados en comprobar que en la ciudad no había robos, prostitución, asesinatos ni enfrentamiento entre partidos.

Las consecuencias de este sistema hacían que el calvinismo armonizara perfectamente con los intereses comerciales de Ginebra. Por lo tanto, si el luteranismo enseñaba la unidad entre la Iglesia y el Estado, el calvinismo hizo posible la unidad entre la religión y el progreso económico humano (Schwanitz, 109). En este sentido, la Reforma Magisterial ayudó al advenimiento de la modernidad.



3.      Las ideas y enseñanzas teológicas de Calvino.



a.       El énfasis bíblico en sus sistema doctrinal sobre la soberanía de Dios: la doctrina básica de Calvino fue la soberanía de Dios y de allí se deducían los demás elementos del sistema teológico.



1)      La elección del hombre y la salvación: Calvino creía en la predestinación (en el destino), es decir, en que desde el principio de la Creación Dios había determinado ya quién se salvaría y quién se condenaría. En este sentido, la predestinación es doble: elección cuando Dios elije para la salvación; reprobación cuando Dios elije a los que serán perdidos. La evidencia de ello es la profesión de la fe, una vida justa y la participación de los sacramentos (bautismo y Cena del Señor). Según Calvino, no somos salvos por el carácter, sino que la salvación produce carácter. “La salvación depende de la elección y las razones de esa elección están ocultas en la misteriosa voluntad de Dios; dependen totalmente de la iniciativa de Dios y es obra del Espíritu Santo, que actúa cuándo, cómo y dónde el quiere. La fe del hombre es vital para su unión con Cristo (Deiros, 1978, 122).

2)      La vida cristiana: Calvino, igual que Lutero, consideraba que “toda la suma de la vida cristiana está contenida ahí, si se comprende su sentido. La libertad cristiana no es la libertad en el sentido metafísico, la libertad de elegir y poner un comienzo nuevo. Más exactamente es la liberación de las autoridades exteriores que pretenden esclavizar el alma de las tiranías espirituales y de las coacciones religiosas (Calvino, 650). De allí, la libertad del cristiano se ve en el hecho de que puede libremente obedecer a la voluntad divina ajustándose a la Ley, que le recuerda su deber.

3)      La oracion: la oración es el principal ejercicio de la fe y por ella nos comunicamos con Dios y recibimos cada día los beneficios de Dios. Sobre este punto Calvino desarrolló un sistema escrito en donde demostraba la necesidad y la utilidad de la oración, tanto en la vida privada como en la comunidad litúrgica, la oración en nombre de Cristo, como único mediador ante el Padre es el único medio. Solamente él debe recibir la alabanza y acción de gracias de nuestras oraciones. De allí, refutaba radicalmente a la interecesión de los santos y decía que la misma no tenía base Escritural, conduce a errores, supersticiones de aquellos que la practican.

4)      La vida futura: en primer lugar, Calvino rechazaba radicalmente la idea de un Purgatorio y afirmaba que existía la dicha eterna o condenación eterna. Sobre el rechazo del Purgatorio sostenía que el mismo era pagano, sentimental y constituye una doctrina más que incierta.. Además de estas consideraciones, Calvino condenó otras enseñanzas católicas de la Edad Media, tales como la confesión y la intercesión de los santos.



b.      Las enseñanzas sobre la iglesia: aunque entre los reformadores del magisterio existían muchas enseñanzas teológicas en común, no obstante, en sus conceptos de iglesia y la interpretación de los sacramentos las diferencias eran evidentes. Calvino, en su reforma, puso un fuerte énfasis sobre los conceptos de la Iglesia y su respectiva interpretación de los sacramentos:



1)      La Iglesia: Calvino sostenía que los creyentes auténticos son los que conforman a la verdadera Iglesia y que sólo Dios sabe quiénes son estos integrantes. Estos conceptos también eran sostenidos por Lutero y Zwinglio. Lo que los difería a Calvino es el concepto de Iglesia como institución. Para Calvino, la Iglesia  era una institución para la educación cristiana, donde la gente no sólo era llamada para el arrepentimiento y la fe, sino que era enseñada cómo vivir la vida práctica. Por eso, la Iglesia visible era de suma importancia y debía ser organizada según el Nuevo Testamento. Su sistema de gobierno era democrático, pero con un carácter representativo (sesiones locales, Presbiterio, Sínodo y Asamblea General.

            En materia eclesiológica, Calvino tenía como propósito volver a las prácticas de adoración en la iglesia primitiva. Al reformar la liturgia, descartó las vestiduras medievales. Quitó todos los símbolos tradicionales (objetos y acciones). En su sistema de cultos dejó una forma prescrita del culto con un juego de oraciones (confesionales, petitorias y eucarísticas), y se permitían las oraciones improvisadas en la modalidad de la iglesia primitiva.

            En cuanto a la música, Calvino trató de restringir la música en el culto. Aunque parece haber estado a favor del uso de la música en la vida del hogar y la escuela. Sentía gran temor por el encanto seductivo y distrayente de la música. Buscaba las formas para mantener un culto puro. En consecuencia, se deshizo completamente del coro, las imágenes y los órganos musicales que antes habían sido de la Iglesia Católica (Hustad, 1998:204). Sin embargo, para los cultos, arregló varios salmos en francés métrico. Estos salmos eran cantados al unísono en la congregación y sin acompañamiento. En sus declaraciones decía que “sólo la Palabra de Dios es digna de ser cantada en alabanza a Dios.”

Sus enseñanzas respecto a la iglesia distinguía tres aspectos fundamentales de la Iglesia como institución. El presente recuadro intenta describir y afirmar cada uno de los conceptos vistos arriba:

                       

CONCEPTOS DE LA IGLESIA SEGÚN JUAN CALVINO
La Iglesia universal e invisible
En este sentido, la Iglesia es católica y universal. No puede ser dividida. Cristo es su cabeza y se incluyen a los elegidos todos los lugares y tiempos.
La Iglesia visible
Está compuesta por creyentes particulares vivos de diferentes lugares del mundo. Se caracteriza porque sus miembros han realizado la profesión de fe, viven ordenadamente y participan los sacramentos.
La estructura de la Iglesia visible
La estructura de la iglesia debe hacerse en orden, según Efesios 4:11, los apóstoles, profetas y evangelístas son nombrados para ocasiones especiales; mientras que los pastores y maestros son permanentes.



2)      Los sacramentos: la idea de Calvino sobre la eucaristía no eran radicalmente diferentes a Lutero. Calvino reconoció dos sacramentos: el Bautismo y la Cena del Señor. Respecto al bautismo conservó el bautismo infantil, enseñando que era un sello (Lutero) y señal (Zwinglio) de la gracia. Con el bautismo somos regenerados a Dios, nos incorpora a su Iglesia y nos hace suyos por adopción.

En cuanto a la Cena del Señor sostenía que el pan y el vino son signos de una realidad espiritual. Si bien negaba la transubstanciación y la consubstanciación luterana, afirmaba que el comulgante participa del Cristo glorificado de un modo espiritual. De esta manera, Calvino superaba una noción intelectual y afirmaba en el acto de la Cena un plano realista de una comunicación de vida, de una comunión con Cristo y de una participación (Calvino, 1073). De allí, en esta comunicación afirmaba Calvino, el Espíritu Santo nos hace comunicar verdadera y realmente con el cuerpo y la sangre de Cristo.



            En conclusión y por consiguiente, a mediados del siglo XVI, dentro del cristianismo europeo se sostenían cuatro concepciones diferentes en cuanto a la interpretación de la Cena del Señor. Los católicorromanos, luteranos, calvinistas y zwinglianos estaban divididos en la distinguida institución de nuestro Señor Jesucristo: su última Cena.







Las cuatro interpretaciones cristianas de la Cena del Señor
La Iglesia Católica Romana
Transubstanciación
Según el IV Concilio Laterano de 1215, la sustancia material del pan y del vino se transforma literalmente en el cuerpo y la sangre de Cristo.
Lucero
Consubstanciación
Para Lutero el cuerpo y la sandre de Cristo se daban junto con el pan y el vino. Esto se producía por un acto de fe y no por la mediación sacerdotal. En el sentido más estricto, la Cena era un acto de comunión con él. Los elementos no cambian, pero Cristo viene a todo aquel que participa con fe, bajo el pan y el vino.
Calvino
Presencia espiritual real
Para Calvino durante la se daba una presencia real o mística de Cristo, pero él solamente venía a los creyentes.
Zwinglio
Acto simbólico o conmemoración
Para Zwinglio y otros, la Cena representaba un acto conmemorativo. Este acto constituye símbolo y era una ordenanza en lugar de un sacramento.



            Con estas descripciones llegamos a la conclusión del tema dos, tratándose de la reforma magisterial. Antes de realizar las actividades correspondientes al tema, queremos ponderar la importancia de las lecturas anexas para el estudio integral. La reforma magisterial constituye uno de las bases primordiales para comprender toda la historia a seguir. En consecuencia de esto, el estudiante hará bien en seguir detalladamente todas las lecturas obligatorias asignadas. Ellas contienen diferentes conceptos que forman parte integral de la lección que acabamos de estudiar.

           



Tema 3: La reforma radical.



A.    Aproximación a las ideas del movimiento radical.



Desde sus comienzos, la reforma radical no representó una idea eclesiástica, ni mucho menos un movimiento organizado. Desde la perspectiva de antecedentes ideológicos, esta reforma fue un movimiento de reforma variado con diferentes énfasis, por lo cual a veces dificulta al lector de historia formar un marco específico de cada grupo. Además, es difícil e imposible en una breve descripción presentar y criticar las diversas teorías sobre el orígen de este movimiento. Lo que se  puede hacer es formular sucintamente las conclusiones alcanzadas en la historia del movimiento más allá de la etapa controversial.

Por otro lado, más allá de los orígenes imprecisos, hay suficientes razones que el movimiento asumió una forma más definida en las ideas de los círculos de los seguidores de Ulrico Zwinglio y Martín Lutero. A partir del año 1520, en toda Europa occidental, muchos cristianos fueron escogiendo entre las ideas del protestantismo y el catolicismo romano. Muchos escogieron quedarse entre los grupos ya mencionados. Pero,  “muchos llegaban a la convicción que Zwinglio era demasiado conservador en su aplicación de las normas bíblicas a las prácticas en Zurich (W. Walker, 366). En este sentido, es posible que estos radicales hayan surgido de la situación histórica inmediata a la Reforma y del avivamiento producido por el estudio de la Biblia; aunque no se descarta que hayan tenido antecedentes en la baja Edad Media. Muchos de ellos emergían independientemente en varios lugares, como una protesta de su insatisfacción con las ideas de los reformadores magisteriales.

            Desde las perspectivas y los antecedentes geográficos, la reforma radical no tuvo una conexión directa entre sus diversos focos (Basilea, Maguncia, Ausburgo, Estrasburgo, Bohemia y otros lugares de Europa). Pero, podemos considerar a Zurich como el primer lugar donde el grupo se dio a conocer en forma concreta. Siguiendo a Robert Friedman, el orígen y desarrollo de estos grupos se produjo en el siguiente panorama geográfico:



Lugar
Año
Descendientes
Zurich (Suiza)
1525
El movimiento de los hermanos, sus descendientes espirituales en América son los Mennonitas.
Alemania
1536
Son los mennonitas alemanes. Sus representantes emigraron a Holanda, Rusia, EEUA y Canadá.
Austria
1529
Son los hermanos huteritas. Aunque tuvieron contactos con los radicales de otras regiones, su ascendencia es austríaca. Su refugio fue Nicolsburg (Moravia). El grupo se caracterizaba por vivir en comunidad teocrática. Su sistema perduró por 425 años.



B.  ¿Por qué se denominan radicales?



Este movimiento se conoce como radical, específicamente por sus propósitos específicos y él carácter de sus propulsores:



1.      Sus propósitos específicos.



A diferencia de Lutero y Zwinglio, quienes pretendían la Reforma de la Iglesia (reformatio), los radicales sostenían que debían fundar una congregación o grupo de verdaderos creyentes (restitutio), en contraste de aquellos que decían ser cristianos por el hecho de pertenecer a un país cristiano y por ser bautizados como niños. Los radicales no querían saber nada con una iglesia de estado. Además, se caracterizaban por su escaso contenido de continuidad histórica, no se preocupaban de ella y de esta manera querían romper con el pasado. Creían que debían terminar con la historia, ya que era imposible reformarla. Era necesario restituir a la Iglesia a los ideales del primer siglo.

Para ellos la iglesia verdadera consistía en una asociación de creyentes, convertidos mediante la profesión de fe en Jesucristo y el bautismo de adultos por inmersión. De esta manera fueron clasificados por sus contemporáneos como anabaptistas (del gr. anabaptismos: segundo bautismo), por sus consideraciones que el bautismo de infantes era ineficaz antes de llegar al uso de razón, y obligaba a rebautizar a los que lo habían recibido anteriormente.

Desde la perspectiva del rebautismo, la idea estricta del movimiento radical, generalmente denominado como anabaptista por los historiadores protestantes y católicos, pierde su verdadero sentido semántico, ya que “rebautizar” implica reconocer o tener en cuenta el bautismo infantil. Mientras que el bautismo implicaba una historia que nada tenía que ver con el cristianismo católico, aunque aplicaban las ideas de los Reformadores Magisteriales.

Algunos de los radicales fueron milenaristas, otros pacifistas; pero generalmente insistían en la supremacía de las Escrituras y en la separación entre la Iglesia y el Estado. Creían en una iglesia pura constituida por creyentes con una disciplina estricta.

                       

2.      Las características de su liderazgo.



 La reforma radical o ala izquierda de la Reforma protestante, en parte, nació en las bases, muchos de sus primeros líderes tenían una inclinación erudita, por los contactos que tenían con los Reformadores del magisterio. Los principales ejemplos fueron Baltasar Hübmaier, Hans   Sin embargo, a medida que adquiría expansión, sus líderes fueron tornándose hacia las características más sencillas. La mayoría fueron hombres laicos, campesinos, artesanos y no eran ministros o sacerdotes ordenados.

Era natural que estas pobres gentes perseguidas buscaran alguna ciduad de refugio. Por un tiempo hallaban muchos asilos. Eran la mayoría buenos obreros, pacientes y cultivadores capaces. Pagaban sus impuestos, siempre y cuando no fuese el antiescritural impuesto a la guerra. Sirvieron de fuente de riqueza para muchos terratenientes que les permitían vivir en paz (Lindsay, 2:355).

            Las funciones eclesiásticas estaban a cargo de diáconos, ancianos, maestros y pastores. Se distinguían los evangelistas itinerantes y los que estaban frente a la congregación. Esta organización les permitió soportar la terrible persecución de parte de las iglesias de estado: luteranos, católicos y calvinistas. Por otro lado, desarrollaron

            En cuanto a su vida comunitaria, se reunían en pequeñas comunidades de oración, en casas para el culto público. Eran sensibles para la caridad cristiana y vida comunitaria. Desechaban la vestimenta costosa, la comida y bebida en abundancia. Se vestían humildemente y vestían rústicos sombreros. Se caracterizaban por su extraordinario celo evangelista. Muchos de ellos eran impulsados a recorrer las diferentes regiones europeas para promover sus ideas bíblicas.



C.    La clasificación de los anabaptistas.



Los diferentes grupos radicales desarrollan una fuerte individualidad; y esto hace imposible clasificar sus creencias en un cuerpo de doctrina que expresa una sistema de creencias. Muchos historiadores muestran divergencias entre sus opiniones al respecto. Henry Bullinger distingue trece grupos, y todos se sobreponen sin demostrar claramente sus diferencias. Por su parte, Sebastián Franck afirma que hay más grupos y opiniones que no se pueden describir. Juan Kessler relata que la historia de los anabaptistas mantienen una variedad de opiniones.

                Sin embargo, es posible describir las ideas principales enseñadas por los grandes círculos de seguidores, y así llegar con alguna exactitud a determinar la popularidad de ciertos líderes de los diferentes grupos. En el presente módulo, tomaremos en cuenta los conceptos en forma más global, con énfasis en el carácter general del pensamiento de cada grupo:



1.      Los anabautistas o Biblistas.  



Entre los representantes de este grupo se encontraban hombres como Conrad Grebel, Félix Manz y Baltasar Hübmaier. Todos estos fueron seguidores de Ulrico Zwinglio, en Zürich. Al mismo tiempo, fueron asiduos lectores de la Biblia y varios de ellos eran eruditos e instaban a Zwinglio a tomar medidas más radicales en su reforma. Ante la negativa del magisterial, el trinomio, más otros quienes se sumaban a ellos, decidieron formar una comunidad de verdaderos creyentes.

La separación se produjo en torno de dos conceptos específicos: los radicales sostenían que la iglesia debía ser reconstruida estrictamente sobre la base de la imitación de la vida de Cristo en el ejemplo del cristianismo primitivo y el rechazo del bautismo infantil.

            En 1524 Grebel, Manz y otros a buscaron las respuestas a sus interrogantes, a través de encuentros de estudios bíblicos. Inmediatamente, se establecieron comunicaciones con otros líderes protestantes (Carlstadt y Tomás Muntzer, los más radicales de Alemania), quienes estaban disconformes respecto a las principales prácticas cristianas. Durante estas reuniones comprendieron que era necesario el bautismo según el ordenamiento bíblico: el que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado (Mc. 16:16).



a.      La primera práctica bautismal: el 21 de Enero de 1525, en una reunión, Manz y Grebel alegabaron que no era necesario desobedecer la clara orden de Dios. Mientras esto ocurría llegó hasta ellos un hombre, llamado George Cajakob, (apodo Blaurock[2] ), quien se acercó varias veces a Zwinglio para ser bautizado pero no lo logró. Entonces buscó a Grebel y Manz para ser bautizado. A  pesar del ultimatum, dado por el consejo de la ciudad de Zurich, una docena de hombres se reunió en la casa de Félix Manz. Según una antigua crónica huterita, se describe al encuentro en la siguiente manera:

            Aconteció que estuvieron reunidos, hasta que sobrevino un temor y los acometió; más aún: penetró en sus vidas. Entonces comenzaron a doblar sus rodillas ante el Supremo Dios... Porque no fueron impulsados por la carne y la sangre, lo que los impulsaron ellos sabían muy bien quienes eran y lo que debían hacer.

Después de la oración, Blaurock se puso en pie y le rogó a Grebel que por el amor de Dios lo bautizara con el verdadero bautismo cristiano, por su fe y su convicción. Cuando esto ocurrió, los demás expresaron sus deseos de ser bautizados. Aunque se dice que ha sido un bautismo por aspersión. El 7 de Febrero del mismo año, todo el grupo que había sido bautizado fue apresado, aunque luego fueron puestos en libertad y continuaban sus tareas clandestinas.



b.      La historicidad del concepto y las persecusiones anabaptistas: a partir de éste primer bautismo, se les denominaba como grupo rebelde y por ende “anabaptistas” (rebautizadores, aunque es un término inconcluso). En Zuiza se desencadenaron una serie de Persecuciones. Esto fue el resultado del antagonismo de los católicos y también los reformadores magisteriales. La oposición no fue solamente teológica. Rápidamente tomó forma civil y de esta manera el movimiento era considerado como subversivo. De allí, las persecuciones se extendieron rápidamente a Austria y Moravia.

Las causas de las persecuciones merecen cierta explicación al margen. En Europa, durante el siglo XVI, cualquier movimiento social, o cambio podía ser interpretado como subversivo. Tanto Lutero como Zwinglio no alteraban las estructuras políticas en su reforma. A diferencia, los anabaptistas promovían el igualitarismo (todos tenían el mismo derecho: mujeres, pobres, ricos, sabios y otros). En este sentido, los diferentes grupos resultaban altamente subversivos, ante una Europa profundamente sensible a las cuestiones políticas y religiosas. A tal efecto, en muchos lugares apelaban a leyes medievales y mediante decretos imperiales se ordenó la pena de muerte a quienes eran rebautizados.

Por otro lado, la revuelta de campesinos en 1525, promovida por los grupos rebeldes de Tomás Muntzer, era asociado, considerado y vinculado como los anabaptistas. Según Justo González, el número de mártires era  el mayor que el de los tres primeros siglos del cristianismo (González, 2:67). En muchos casos eran quemados vivos, en otros eran ahogados. Estos episodios variaban en su forma de lugar en lugar. Las primeras persecuciones que se desataron en Suiza no dejaron libres a los máximos exponentes del movimiento anabaptista: Félix Manz murió ahogado; Baltasar Hübmaier, luego de una prolongada tortura, fue quemado vivo. De esta misma manera cientos y miles de anabaptistas corrieron la misma suerte. Particularmente los huteritas fueron blancos de torturas a familias enteras. 



c.       Algunas tolerancias: el cuerpo más grande que sobrevivió a las persecuciones fueron los Menonitas. Su nombre deriva de la influencia de Menno Simmons, quien era un sacerdote de la ICR y fue bautizado por los anabaptistas pacifistas. Simmons fue un destacado predicador holandés, que difundió la fe del movimiento reformador radical por todo su país y Alemania. Además, actuó como moderador en otras cuestiones, tales como la recuperación de la credibilidad del movimiento luego del fiasco de Munster.

Por otro lado, en 1555 se firmó la paz de Augsburgo, donde se reconocieron los derechos religiosos a los Luteranos; en Westfalia (1648) se hizo lo propio con los reformados; pero los anabaptistas no tuvieron libertad, sino hasta el siglo XVII. Frente a esta situación, muchos anabaptistas inmigraron a países hacia el sur de Alemania, y Países Bajos. Allí recibieron tolerancia religiosa. Las migraciones posteriores (durante los siglos XIX y XX) hicieron que muchos grupos de  radicales fueran invitados como colonos a Polonia, Rusia y América. Entre ellos estaban los mennonitas, huteritas, Hamish y otros.

           

2.      Los milenarios radicales.



Al abordar este tema es necesario tener en cuenta dos conceptos centrales, de los cuales se desarrolla la historia. El primero se trata de las primeras divisiones entre los seguidores de Lutero; en  segundo lugar son los episodios o fiascos de Estrasburgo y Münster (Alemania).



a.      Las divisiones del luteranismo: mientras Lutero estaba refugiado en Wartburgo, comenzaron a aperecer los primeros síntomas de divisiones internas entre sus seguidores. Las pretensiones de los que promovían los conflictos se basaban en aquellos conceptos de algunos seguidores. Entre muchos sostenían que el énfasis que Lutero hacía en la Palabra debía balancearse con los efectos del Espíritu Santo sobre la vida de los creyentes en las manifestaciones exteriores, como la liturgia y la lucha social.

·         Cambios litúrgicos, eliminó la música eclesiástica.
·         Consideró innecesario el bautismo de infantes.
·         Adoptó una actitud anticlerical. Comenzó a vestirse como un campesino, sin calzados y pidió que la gente lo llamara “hermano Andrés”.
·         Ganó gran popularidad, mediante la predicación directa del Espíritu Santo más bien que con la parlería “papista” de Lutero.



Andrés Carlstadt (c. 1477-1541), quien nació en Baviera, se hizo defensor de la gracia y soberanía divina. Defendió a Lutero a través de sus diferentes tesis demostrando la falibilidad de los concilios. Pero, a partir del 1521 comenzaron a aparecer las diferencias entre él y Lutero. Mientras Lutero estaba escondido en Warturgo, Carlstadt hizo considerables cambios. Entre ellos tales como:







Tomás Muntzer (c. 1488-1525). Nació en Stolberg (Alemania). Desde 1519 le impresionaba respecto a Lutero. A través del mismo, con la aprobación del reformador, fue a predicar a Zwickau, donde entabló relaciones con el grupo radical denominado: “Los profetas de Zwickau”.  Predicaba violentamente en contra del clero y subrayaba la importancia de ser guiado directamente por el Espíritu Santo. Además, veía la  obra del Espíritu en los movimientos sociales y políticos. Sus principales ideas y obras fueron:



·         Introdujo una serie de reformas litúrgicas que atrajeron mucha atención del público.
·         Organizó a sus seguidores en bandas dispuestas a empuñar las armas por causa del Evangelio. En mayo de 1524 este grupo destrozó un santuario cerca de la ciudad de Allstedt (Alemania).
·         Apeló a Lutero endilgos tales como: “hermano Cerdo”, “doctor mentira”, hermano de la blanda vida, Papa de los luteranos pervertidores de las Escrituras.
·         Ayudó a la revuelta de campesinos, en 1525 (Mullhausen), los campesinos fueron derrotados y Muntzer decapitado.
·          






b.      Los milenaristas y su reino milenario: muchos reformadores radicales se unieron a las ideas de Tomás Müntzer, provocando un movimiento cada vez más radical que se mezcló con el resentimiento popular que dio lugar a rebeliones y expectativas del cumplimiento apocalíptico. Entre estos conceptos, aparecieron hombres quienes intentaban producir un reino milenario, trayendo los cielos a la tierra, incluso mediante el uso de la fuerza.



Nicolás Storch (c. 1500): era uno de los tres profetas de Zwickau, (Tomás Dreschsel y Marcos Stübner), quienes eran influidos por los Taboritas y Valdenses. Todos ellos predicaban un biblicismo radical, el rechazo el bautismo de niños) (paidobautismo), el ministerio profesional y la religión organizada. Se caracterizaban por su piedad, las revelaciones directas del Espíritu Santo, sueños y visiones. Además, ponían preponderancia en el regreso inminente de Jesucristo. Fueron echados de la ciudad de Zwickau y en Diciembre de1521 visitaron la ciudad de Wittemberg, durante la ausencia de Lutero. Storch fue un gran amigo de Muntzer quien influyó fuertemente con su doctrina.

Melchor Hoffman (1493-1543): fue un gran evangelista, autodidacta de Surabia (Alemania). Es considerado como el responsable de introducir el anabaptismo a los Países Bajos ya que fue un predicador luterano en Dinamarca. A un principio fue discípulo de Lutero; pero poco a poco su teología se volvía más radical aproximándose a Zwinglio y luego a Carldstadt. Tenía una gran preocupación por el Apocalipsis y en su propensión a la alegoría lo condujo a ideas extrañas. Aunque Hoffman no recibió visiones aceptaba la de otros. Sus predicaciones inflamaron  a multitudes, quienes acudían a Estrasburgo (una ciudad donde había tolerancia). Según Hoffman, allí se establecería la Nueva Jerusalén. Aunque predijo que sería encarcelado por seis meses y que entonces vendría el fin.

En este sentido, abandonó su pacifismo inicial e instó a que muchos acudieran a las armas como una señal del cielo que anuncia su fin. En base de los números apocalípticos dedujo que Cristo descendería a Estrasburgo, como la Nueva Jerusalén en el año 1535. Pero, sucedió que en el mismo año, no descendió la Nueva Jerusalén, sino que él mismo ha sido echado en la cárcel y se cumplió así la primera parte de su profecía. Fue así, que muchos acudieron a Estrasburgo en espera del final de Reino.

El incumplimiento de las profecías de Hoffman dio lugar a que alguien anunciara que en realidad la Nueva Jerusalén no sería establecida en Estrasburgo; sino en Münster, una ciudad en donde no se perseguía a los anabaptistas. En Münster había un equilibrio entre los protestantes y católicos, quienes acudían a una tregua en sus partidos. Hacia allí acudieron muchos milenarios, en espera de un Reino que favorecería a los pobres y desposeídos. El número de anabaptistas fue tal, que pronto se apoderaron de la ciudad. Juan Matthys (un panadero), y Juan Blukelsen (o de Leiden), fueron seguidores de Hoffman. Lo más relevante de sus acciones se resume en el episodio conocido como el fiasco de Münster. A partir del 24 de Junio de 1535, sus decisiones promovieron sus propósitos milenarios a través de las siguientes medidas:



-          Echaron a los católicos y a los protestantes moderados de la ciudad.

-          Destruyeron esculturas, pinturas, y artefactos del culto tradicional.

-          Decretaron la poligamia, como medida en la ciudad, porque la misma se encontraba sin hombres, a causa de la guerra. Por cada tres mujeres había un hombre.

-          Derrotaron en una escaramuza a los soldados del obispo (su celebración ha sido asociada con la Nueva Jerusalén).



Los resultados de sus medidas y acciones resultaron en un final trágico que marcó la historia del cristianismo, como un verdadero fiasco, que nunca más debería suceder:



-          La ciudad  de Münster careció de víveres a causa de los sitios de los cristianos católicos y los protestantes.

-          Matthys pereció en una de sus salidas.

-          Juan de Leiden y los demás seguidores fueron torturados y muertos.

-          La autoridad del obispo fue reestablecida y el rey de la Nueva Jerusalén fue hecho prisionero y exhibido por toda la región. Tanto él como sus dos principales fueron puestos en seldas jaulas de hierro. Poco después fueron torturados y ejecutados.



Así terminó el anabaptismo revolucionario. Melchor Hoffman continuó encarclelado y olvidado, al parecer hasta su muerte (1543). Hasta el día de hoy, en la Iglesia de San Lamberto, en Münster, pueden verse las tres jaulas en que fueron exhibidos el rey y sus dos lugartenientes.



3        Los Radicales místicos.



Paralelamente al movimiento anabaptista, hubieron aquellos que buscaban interiormente el testimonio e iluminación  del Espíritu Santo. Muchos de ellos fueron influenciados por el escolastisismo y sacramentalismo buscaban sus propósitos místicos por medio de estas vías.

Hans Denck (c. 1497-1527), fue uno de los exponentes máximos de los radicales místicos. Fue un gran erudito que siguió la línea humanística. Recibió influencia espiritualista juntamente con las ideas de Tomás Müntzer y Andrés Karlstadh. En 1525 abandonó Nuremberg para convertirse en un vagabundo por todo el sur de Alemania. Fue rebautizado por Hübmaier, y luego de asistir a algunos sínodos se convirtió en un gran dirigente de los radicales místicos. Su asociación con el movimiento radical produjo un alejamiento de su amistad con Ulrico Zwinglio.



4        Racionalistas evangélicos.



Este grupo creía que cada creyente tenía la libertad de examinar la totalidad de la vida y el pensamiento cristiano sobre la base del Evangelio. Uno de los notables representantes fue Miguel Servet (1511-1553). Servet nació en España, en el seno de una familia piadosa. Estudió lenguas bíblicas, matemáticas, filosofía y teología. “La historia universal lo reconoce como el pionero en el descubrimiento de la circulación pulmonar y el papel de la respiración de la sangre venosa arterial (Diccionario Vox, 3:674).” Luego de un permanecer en Zaragoza y Tolosa viajó a Basilea y Estrasburgo. Allí conoció a Martín Bucero y otros líderes anabaptistas. Estos contactos estimularon sus ideas radicales.

En este marco de preparación quería combinar la religión místicas con las ideas filosóficas. Sus ideas principales estaban enfocadas en la desconformidad de la Reforma. En respuesta a las Institution de Calvino escribió Christianismi restitutio. Con eso afirmaba que la iglesia debería ser reconstruida y reestructurada en una segunda reforma más radical. Para que esto fuera posible, el cristianismo debía utilizar como medios: las Escrituras, la luz del Espíritu y la razón humana como guías.

Cuando estuvo en Viena, Calvino mismo ordenó su arresto, pero él mismo logró huir. Pero, nuevamente fue arrestado y condenado para ser quemado vivo. Su ejecución provocó una agitación del cristianismo respecto a la tolerancia religiosa y también, una sombra negativa en el ministerio de Calvino. Ya que fue el único hereje que murió en Giniebra.



D.    El anabaptismo posterior.



Luego de los hechos ocurridos en Estrasburgo y Münster, pereciera que los mismos pusieron

fin al anabaptismo revolucionario. Pronto se escuchaban voces de aquellos que reclamaban los principios pacifistas, que eran parte de sus verdaderos principios de la fe. El más notable portavoz de ésta nueva generación fue Menno Simons. A él se debe un papel de un verdadero equilibrio del movimiento.



1.      Menno Simons.



Cuatro años después del descubrimiento de América, en 1496, nació en el seno de una familia de aldeanos holandeses que vivían en Witmarsum. El padre cuyo nombre era Simon, llamó a su hijo Menno, de acuerdo a la costumbre de aquella época al niño le llamaban Menno Simnos (el hijo de Simón). Desde pequeño se propuso ser un “espiritual”. Estudió en un monasterio franciscano donde aprendió a leer y escribir griego y latín, pero omitió por completo leer la Biblia. Cuando asumió el sacerdocio (ICR) en Pingjum, Menno ocupaba el segundo rango entre los tres párrocos.

Durante doce años se servicio en la iglesia católica, tomaba muy en serio el servicio, pero dedicaba muy poco tiempo al estudio, antes bien como él mismo lo confiesa: dedicábamos nuestro tiempo principalmente en jugar (cartas) juntos, beber y otras cosas frívolas de toda clase, como era costumbre de hombres tan inútiles. Muy pronto llegaron las dudas respecto a los dogmas de la católica romana. Su preocupación principal fue respecto al bautismo de infantes. Fue en este momento que recibió influencias de los anabaptistas, pero no se asoció a ellos (1531).

En 1535, durante la crisis de Müntzer, en medio del marco de la tragedia Menno decidió abandonar y renunciar el catolicismo. Si bien el fiasco de Müntzer fue un tema de gran conflicto interno para él, ya que el mismo hermano carnal (Pedro) formaba parte de la tragedia de la vieja abadía. No obstante, en 1536 abrazó el anabaptismo y llegó a ser uno de sus jefes más distinguidos (González, 2:69).

Menno Simmons logró sobrevivir y pasó el resto de  su vida viajando por Holanda y el norte de Alemania predicando su fe cristiana. Aunque Simmons se dedicó a estas regiones, fue un hombre muy trabajador y un fecundo escritor. Generalmente estaba de acuerdo con los hermanos de Suiza y los huteritas de Moravia. El grupo en conjunto se convirtió, en proporción, el más numeroso e influyente entre los anabaptistas.

Aunque el anabaptismo variaba en organización y doctrinas, pero en mayor parte, sus miembros aceptaron y predicaron las siguientes doctrinas.



LAS DOCTRINAS DISTINTIVAS DE LOS ANABAPTISTAS
Enfasis bíblico
La Biblia era la autoridad suprema. Especialmente las enseñanzas del Nuevo Testamento eran las normas para la vida personal, comunitaria y eclesiástica.
La congregación de creyentes
Insistían que las iglesias debían estar compuestas por regenerados y quienes hacían la profesión pública de fe en Cristo.
El bautismo
Rechazaban el bautismo infantil y enseñaban que el bautismo debía admitirse a quienes tienen una fe madura, es decir compatible con la capacidad de juicio. Su forma de bautismo  fue por inmersión en los ríos.
La Cena del Señor
Consideraban la cena del Señor como una rememoración de la muerte de Cristo, un símbolo de comunión y el anuncio de su venida. En este acto solemne, sólo las personas bautizadas podían participar.
La Iglesia y Estado
Rechazaban por completo la unión entre la Iglesia y el Estado. En consecuencia, los creyentes no podían ejercer cualquier cargo público y debían evitar ser jueces.
La libertad de conciencia
Insistían en la absoluta libertad de conciencia.
La vida en comunidad
Sostenían la comunidad de bienes donde el amor de Dios era la base de las relaciones. Esta perspectiva hizo que posteriormente fueran un pueblo muy aplicado, pacífico, próspero y altamente respetado.
Organización eclesiástica
Instituyeron un sistema de gobierno eclesiástico conectivo, con una superintendencia general, un ministerio ambulante y una clara interdependencia entre las congregaciones locales. Sus líderes no tenían una formación teológica, no recibían sueldos, fue más bien un movimiento espontáneo laico.
Expansión misionera
En su orígen el movimiento fue vigorosamente misionero. Pero, a causa de las persecusiones se dispersaron a grandes distancias, y se perpetuaron por nacimiento más que por conversión.



            Muchos de los mennonitas, invitados por la emperatríz Catalina II de Rusia, se establecieron allí y fueron colonias agrícolas prósperas. Estos vivieron en paz hasta 1871, cuando un decreto imperial los privó de la exención militar. Algunos volvieron a Holanda, pero la mayoría emigró a Canadá y los EEUA. Según el historiador Vedder, “existen más de doce ramas o grupos con ligeras diferencias doctrinales y de gobierno de la iglesia (Vedder, 1905).”



2.      Otros grupos de anabaptistas.



 Obbe Philips fue una gran influencia a Menno Simons ya que ambos se unieron a un grupo de anabaptistas holandeses. Este grupo de anabaptistas recibió el nombre de “menonitas”. Muchos de ellos sufrieron persecusiones y eran objetos como los demás anabaptistas. Menno pasó viajando el resto de su vida, por Alemania y Holanda, predicando de su fe y su pacifismo, como repudio a la tragedia organizada por los radicales revolucionarios. Aunque los menonitas no fueron revolucionarios, eran considerados como subversivos durante mucho tiempo, ya que se negaban participar en la vida social común en muchas partes de Europa.

            En el norte de Italia fue el centro de unos numerosos grupos evangélicos radicales que surgieron con el humanismo del Renacimiento. No era de extrañar que en sus ideas fueran antitrinitarios. Una de las figuras más notables fue Camilo Ranato. Este se opuso al bautismo infantil y trabajó con gran celo en un vasto territorio entre los años 1542-45. En 1547, quien apareció como portavoz de este liberalismo fue Triziano. Este no sólo predicaba la doctrina anabaptista, sino que denunció a la Iglesia Romana como anticristiana y diabólica. Hasta 1550 ya había cuarenta o más iglesias en todo el norte de Italia. Muchos de ellos fueron entregados a los oficiales de la Inquisición. Otros fueron dispersos, muchos martirizados, mientras que otros se refugiaron en Moravia y Polonia. Los grupos que emigraron fueron asociados a los anabaptistas moravos. Esta asociación los curó de su antitrinitarismo que traían de Italia.



            Tema 4: La reforma de la Iglesia Católica Romana: Los caminos de la reforma y su expansión misionera.



A. Introducción a la reforma católica




Paralelamente al movimiento protestante, en la Iglesia Católica Romana, se manifestó un deseo de reforma durante el siglo XVI. La necesidad de una transformación, universalmente admitida era más que necesaria. Muchos piadosos católicos deseaban la transformación de la Iglesia sin salir de ella. Pero, finalmente, con muchas dificultades, a partir del 1545, el papado comenzó a reunir el concilio general para la solución de las numerosas crisis y conflictos.

            Los objetivos para la reforma eran variados y profundos. Por fin, en 1541 comenzó una reacción severa para alcanzar sus amplios objetivos:



OBJETIVOS DE LA REFORMA CATÓLICA
Internos de la Iglesia
Se trataba de suprimir los abusos de la vida de todos los integrantes. Se exigía la transformación desde el papa hasta el último monje.
Instructivo
Muchos deseaban una instrucción cristiana más profunda y la formación de un clero más eficiente y transparente.
Contrarreforma
Se pretendía luchar contra la reforma protestante y conquistar los territorios perdidos por el progreso del protestantismo.
Expansivos
En el aspecto misionero, se buscaba ganar a los paganos de los nuevos territorios para la Iglesia Romana. Los protagonistas fueron las nuevas órdenes monacales.



            Cada uno de los objetivos tuvo un cumplimiento diferente. Muchos de los abusos, paulatinamente fueron atenuados, mientras que “Roma  fue adquiriendo su fisonomía de capital del mundo católico. Toda la cuidad se embelleció cuando la cúpula de la basílica de San Pedro se acabó en 1590 (Comby, 1987:35). Muchos territorios fueron recuperados para el catolicismo, gracias a la eficiente labor de los jesuitas (Polonia, Austria, Bohemia y otros países). El aspecto misionero alcanzó su amplio vigor con la expansión por medio de las diferentes órdenes y la promoción de los imperios de Portugal y España.

           

            B. Los caminos utilizados por la Iglesia Católica Romana en su reforma.



            En 1535 el pontífice Pablo III, a pesar de sus gustos y modos de vivir (no era mejor que sus anteriores que amaban el lujo y la inmoralidad); sin embargo era más diplomático que sus predecesores inmediatos, manifestó un gran interés por una reforma necesaria de la Iglesia Católica. A tal fin nombró una comisión, algunos prelados más capacitados e inteligentes, a fin que elaboraran los planes pertinentes que tendieran al mejoramiento de la Iglesia. En 1537, esta comisión presentó una bien elaborada relación sobre muchas reformas necesarias. Pero, estas sugestiones nunca fueron puestas en práctica.

            Sin embargo, en 1541 comenzó una etapa donde se implementaron diferentes medidas para alcanzar los objetivos que mencionamos arriba. En este sentido, las medidas fueron y métodos para sus logros fueron los siguientes:





MEDIDAS PARA LA REFORMA DE LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA EN EL SIGLO XVI
Los Concilios
El Concilio de Trento en su sus tres sesiones (1545-1563)
La Santa Inquisición
Consistía en los diferentes métodos inquisitivos: espionaje, tortura y terror.
El index
Fue la introducción de la censura e índice de libros prohibidos
La organización expansiva misionera
Se daba a través del las conquistas y las diferentes órdenes monacales: las carmelitas, los capuchinos y los jesuitas.



1.      El Concilio de Trento.



El concilio de Trento (1545-1563) fue convocado por el papa, y junto con los concilios posteriores: Concilio Vaticano I y II (1869-70 y 1962-65) fueron los concilios en los cuales entraron todas las cuestiones en discusión. Además, en cada uno de ellos se desarrollaron documentos y se tomaron decisiones definitivas para la vida de la ICR.

            En el concilio de Trento no fue solamente una asamblea de obispos para deliberar sobre la reforma de la iglesia. Esta reunión planteaba una serie de problemas de alojamiento, de servicio, de política. Había algunos embajadores. Se organizaron fiestas, como este baile que disgustó a algunos (Diario del concilio del secretario Massarelli, 3 de marzo de 1546, en Comby, 2:32). Además, fue presidido por los legados del papa. No podían tomar ninguna decisión importante sin consultarle. Hubo que reanudar tres veces hasta acabarlo. Fueron cuatro los papas que participaron en él: Pablo III (1545-47), Julio III (1551-52), Pablo IV (1555-59), este último quiso reformar a la iglesia sin el concilio, hasta que Pío IV (1562-63) reanudó el concilio y allí se decidieron las cuestiones que fueron vitales para la Iglesia Católica Romana. Algunas de las decisiones pueden sintetizarse en las siguientes definiciones:



DEFINICIONES Y DECISIONES DEL CONCILIO DE TRENTO
Las Escrituras y la Tradición
El Antiguo y el Nuevo Testamento, también la tradición de la Iglesia deben ser recibidos y venerados como definiciones dogmáticas.
La justificación
El hombre se justifica por la gracia divina que viene de Cristo, pero si el hombre no coopera en nada asintiendo a Dios que le llama, no hace nada en absoluto y se comporta de modo meramente pasivo, es un anatema (13 de Enero de 1547, 6° sesión).
Los sacramentos
Los sacramentos deben ser siete, todos fueron instituidos por el Señor. Si alguno dijere que alguno de ellos no es verdadero o propiamente sacramento, es anatema (7 de marzo de 1548 – 7° sesión).
La eucaristía
Si alguno negare que el santísimo sacramento de la eucaristía se contiene verdadera, real y sustancialmente el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, sea anatema (11 de octubre de 1551 –13° sesión).
La misa
Si alguno dijere que el rito de la iglesia romana debe ser condenado o que debe celebrarse en la lengua vulgar... sea anatema (17 de setiembre de 1562 – 22° sesión).
El matrimonio
Los que intentan contraer matrimonio sin la presencia de un párroco u otro sacerdote autorizado...  manifiesta que sus contratos son nulos e inválidos (11 de noviembre de 1563 – 24° sesión).
El sacerdocio
Si alguno no considera al sacerdocio visible y externo, o que no se da postestad para consagrar u ofrecer la eucaristía o perdonar pecados... sea anatema (15 de Julio de 1563 – 23° sesión).



            Sobre este resultado y decisiones, la Iglesia Católica Romana reafirmó el credo de la Edad Media, rechazó a las enseñanzas protestantes y dio lugar a la aplicación de la práctica de todos las cuestiones desarrolladas arriba. Con estas medidas y otras se frustró toda posibilidad de reconciliación con el ala protestante, además, se fortaleció su avance en los nuevos territorios conquistados en América, Asia y los perdidos a los protestantes en Europa.

            En conclusión, el Concilio de Trento le dio a la Iglesia Católica Romana la fisonomía que ha mantenido hasta el período reciente. Sin embargo, con el advenimiento de los Concilios Vaticanos I y especialmente el II, se establecieron algunas revisiones de las doctrinas y prácticas de un modo particular, más abierto al protestantismo.



2.      La Santa Inquisición.



La práctica de la Inquisición ya estaba instalada por la iglesia medieval. Era un tribunal especial establecido con el propósito de combatir la herejía. Los diferentes grupos y particulares conllevaron a que se aceptara el uso de la autoridad secular, las penas físicas y el método inquisitorio. “En 1163, Alejandro III en el Concilio de Tours, instó a los príncipes a enjuiciar, apresar y confiscar las propiedades con el más vigoroso y eficaz método en que el juez tomaba la iniciativa. Pero, fue Gregorio IX, entre 1231-35 que organizó formalmente un conjunto de procedimientos, donde los inquisidores papales eran los domínicos y franciscanos. A veces eran asistidos por ayudantes que comenzaban con una tarea de espionaje, luego detección y luego el sospechoso era interrogado por varias semanas. No se le permitía defensa legal, pero podía tener un consejero. Al confesar sus errores se le daba una sanción de penas leves. Pero, en 1252, Inocencio IV permitió la tortura (T.L. Uderwood, 1978: 581).

A partir de 1542, el papa Paulo III, reorganizó la Inquisición romana que tomó el nombre de Santo Oficio (hoy tiene otro nombre, Congregación para la Doctrina de la fe), a fin de detener la propagación de la brujería y la Reforma protestante. Por su parte, los españoles se volvieron muy celosos en cuanto a la defensa de la fe católica y durante la Edad Media utilizaron la Inquisición en su lucha contra los moros, los judíos y posteriormente a los protestantes. En manos de los españoles, la inquisición se convirtió en una herramienta del Estado con autorización del papa. En este sentido, adquirió un carácter eficiente y cruento.

                En las Américas hubo tribunales inquisidores en México, Lima y Cartagena. En México, en 1574 se llevó a cabo su primer auto. En Lima comparecieron tres protestantes, dos de ellos recibieron penas leves, mientras el tercero fue enviado al quemadero. Más tarde fueron sentenciados 36 protestantes, de los cuales dos fueron llevados al quemadero. Pero en Cartagena, en 1622 fue quemado vivo un protestante que se mantuvo fiel hasta el final. Además de los tribunales, existieron las denominadas comisarías sujetas a los tribunales regionales.

            Las faltas juzgadas eran variadas. Según Chinchilla Aguilar, en el siglo XVII podían ser dirigidas a las diferentes faltas, pero no se utilizaban en contra de los nativos:



Causas que implicaban la Inquisición humana
1. Protestantes en general: por ser luteranos, calvinistas u otros profesantes de la fe protestante.
2. Moros y judíos que profesaban irreligiosidad a la fe católica romana.
3. Confesantes y celebrantes sin órdenes, malas costumbres, libros prohibidos, adivinos y hechiceros.



            Estas prácticas dejaron una mancha vergonzosísima para la ICR y perduraron por más de tres siglos en Hispanoamérica. Sus prácticas perduraron hasta 1834, donde fue abolido de las manos de la realeza, en 1820 en Portugal y en 1848 en los Estados Pontificios. En la actualidad se denomina con otro nombre, que es la Congregación para la Doctrina de la fe.



3.      El index.



En 1559, el papa Pablo IV añadió el Index, que era una lista de libros prohibidos y que pretendían asegurar la unidad de la Iglesia, controlando las lecturas de los católicos. Estaba prohibido leer libros escritos por herejes, ya fuesen anónimos o aquéllos específicamente condenados por la Iglesia. En este tiempo se quemaron las obras de Erasmo y se prohibió la traducción de la Biblia.

Más tarde, se estableció en forma permanente una congregación del Index, hasta que finalmente fue abolido por Pablo VI en 1966 (Deiros, 1978: 143).

           

            4. La organización misionera expansiva.



Los jesuitas fueron los misioneros más famosos en India y China, y también los más prominentes en América. La primera oportunidad se presentó cuando el rey de Portugal solicitó al papa misioneros para las nuevas colonias fundadas en Oriente. El organizador de esta misión fue Ignacio Loyola, quien mediante la orden de los jesuitas que fundó (en 1534), impulsó una expansión históricamente reconocida.

Loyola escribió a su amigo y compañero Francisco Javier, quien habría de ser uno de los más grandes misioneros de todos los tiempos, diciéndole: "Los cielos en este día te nombran para la India. Ve, hermano, donde la voz de Dios te llama, e inflama a todos con el fuego divino que está dentro tuyo." Javier respondió: "Bien entonces, vayamos."

Un bosquejo de la vida de Francisco Javier y otro s extraordinarios misioneros (Mateo Ricci, Roberto de Nobili), en Africa y Asia demanda, antes que nada, un mapa y una revisión de su biografía. En este sentido recomendamos que tengan a bien recurrir a los materiales anexos preparados por el profesor.

Cada uno de estos dos jesuitas tuvieron diferentes estrategias de misión. Francisco Javier se destacó por su capacidad de evangelización y aprendizaje veloz de idiomas nativos. Mateo Ricci, fue quien en 1601 se las arregló para llevar hasta Peking y entrevistar al emperador. Su estrategia  fue la utilización de los instrumentos matemáticos que impresionaban a los nativos y a todos los eruditos también. Su sabiduría y simpatía de la cultura China atraían a miles de personas. Cuando murió en 1610 ya había 2.500 cristianos en la China, incluso un alto oficial del Imperio. Este último fue Pablo Hsu, quien usó su influencia para defender al cristianismo, su habilidad como escritor para alabarlo, y su riqueza para sostenerlo. Hacia el año 1700 los cristianos sumaban 300.000 conversos. Por su parte,  Roberto de Nobili, que llegó a la India en 1605, fue un italiano que trabajó 36 años en Maduré. Fue el primer europeo que tuvo un conocimiento de primera mano del sánscrito, los Vedas y la Vendanta. Por el tiempo de su muerte había miles de conversos, incluso algunos de las castas superiores. Adoptó sus vestiduras y comidas. Fue el primer europeo en dominar el sánscrito y desarrolló una tarea de predicación admirable.

Por otro lado, la expansión hacia las Américas merecen un estudio particular. La conquista y “evangelización” del continente, por parte de la ICR, se llevó a cabo el momento que Europa pugnaba por resolver la crisis del sistema feudal, a través de su expansión territorial. Las dos grandes potencias, Portugal y España, superaron estas crisis y construyeron una economía mercantil y explotación de los terrenos coloniales. En este sentido, las dos grandes potencias aportaron el respaldo a la empresa misionera, de las órdenes monásticas, pero especialmente la de los frailes: franciscanos y dominicos.

Las primeras evangelizaciones españolas rápidamente sometieron el Caribe, América Central y la costa Pacífica de América del Sur y finalmente el Suroeste de EEUUA. Hernán Cortés en México y Francisco Pizarro en Perú tuvieron asombrosos éxitos, debido al método de someter a los Aztecas e Incas. La ventaja de los Europeos fue su determinación, el celo de las cruzadas y su tecnología superior: ni los Aztecas, ni los Incas conocían la rueda, ni el caballo, mucho menos la pólvora. Todas estas cosas estaban a disposición de los hombres de gloria. En cuanto a la conquista los españoles no tuvieron gran éxito, porque pronto se vieron frente a una vasta masa de tierras que finalmente se dieron en cuenta que no se trataba del continente asiático; sino de un continente nuevo.



Las primeros evangelizadores fueron progresivos y se caracterizan por sus anomalías en la evangelización. Todos ellos pueden resumirse en los siguientes eventos y personas que protagonizaron dicho escenario:



·         Cristóbal Colón trajo frailes, a partir de su segundo viaje  y en el tercer viaje construyó una iglesia. No se sabe con exactitud acerca de los primeros contactos entre los conquistadores y los amerindios. Sin embargo, se da cuenta que todos los españoles estuvieron movidos y ansiosos por esparcir el Evangelio, como por conquistar nuevas tierras para el rey y obtener riquezas para sí mismos.

·         Hernán Cortés (1485-1547), era tan devoto que lloraba a la simple vista de una cruz junto al camino. El mismo predicaba el Evangelio a los indígenas cuando no había sacerdote; pero también era cruel y sumamente ambicioso.

·         Bernal Díaz del Castillo fue quien acompañó a Cortés en la conquista de México. Trabajó como obispo de Chiapas. Además, fue cronista y soldado español.

·         Fray Bartolomé de las Casas: Fue un gran defensor de los indígenas. En su obra Historia general de las Indias, relata que Cortés pidió polvo de oro a los representantes del emperador azteca. En un encuentro con Moctezuma, emperador azteca, dijo: “los españoles padecemos de una enfermedad del corazón, que sólo se cura con el oro.”

·         Para 1501 la ICR ya tuvo su propio obispo en las Indias occidentales y para el 1548 el obispado de México se transformó en arzobispado, que pronto la ICR de Filipinas dependía de ellos.

·         Francisco Pizarro, fue un eclesiástico extremadamente mundano. En su afán de riquezas y de una vida fácil en América expresaba abiertamente sus motivos contradictorios: la espada de un lado y la cruz que colgaba en su pecho.



Los franciscanos, domínicos, agustinos y mercedarios: Las órdenes misioneras más destacadas  que vinieron al Nuevo Mundo fueron estas cuatro. Se destacaban porque fueron las que llevaron a cabo la primer evangelización de América española. El consejo de Indias impidió la llegada de otras órdenes:



LAS PRINCIPALES ÓRDENES MISIONERAS DEL NUEVO MUNDO
Los franciscanos
Llegaron a partir de 1500. Fueron los pioneros en la evangelización en tierra firme. Trabajaron en México, Perú, Tucumán y el Río de la Plata.
Los domínicos
Se establecieron en el Caribe a partir de 1510. Llegaron a México y el Perú y de allí se extendieron a otras regiones.
Los agustinos
Se establecieron en las Américas en 1532, llegaron a México y se expandieron hasta Lima.
Los mercedarios
Actuaron como capellanes y vicarios en las guerras contra los nativos.



La estrategia de la obra misionera de la ICR en Latinoamérica. La tarea de evangelización de un vasto continente, con la limitación de soldados y sacerdotes parecía una tarea imposible. La conquista espiritual fue codo a codo con la conquista material, es decir fue una expresión de la alianza entre la Iglesia y el Estado. El misionero y el conquistador cumplieron una función similar, dado que para evangelizar era necesario conquistar o viceversa, luego educarlos a una cultura de occidente. De este modo, la ICR actuó como una institución política y económica, como un catalizador social e intelectual de la conquista y la colonización del Nuevo Mundo.

El proceso de conversión. El colapso rápido y total de las poblaciones indígenas y su sometimiento a las pretensiones de España y a la fe romana se produjo de manera vertiginosa en los primeros años de la conquista. El Caribe fue sometido rápidamente y fue derrotado el orgullo del Imperio Azteca. México estaba maduro. En 1529 los frailes franciscanos informaban de un total de 8.000 a 14.000 bautismos por día en algunas áreas. Juan de Zumárraga, obispo de México, informaba que 1531 una sola orden había bautizado más de un millón de individuos.

Las encomiendas. Esta fue una forma muy original de organización evangelística. Su finalidad era positiva, pero se degeneró en abusos increíbles, llegando a ser como un feudalismo español medieval. Consistía en el repartimiento de indígenas entre los conquistadores. El indígena debía trabajar o pagar un tributo a su dueño, llamado encomendero. Lejos de ser liberados de las tinieblas de su condición perdida como paganos, los indígenas fueron esclavizados bajo las cadenas de sus codiciosos evangelístas. Algunos Papas condenaban esta actitud y urgieron una instrucción más cristiana. En 1537, Paulo III por medio de la bula Sublimis Deus declaró que los indígenas eran seres humanos y podían llegar a ser cristianos. En síntesis, la corona española perseguía tres fines a través de las encomiendas.

La defensa de los indígenas: Frente a los abusos que se cometían en el desarrollo de la cristianización  de la población indígena, varios sacerdotes, frailes y monjes se constituyeron en celosos defensores de los oprimidos. El más destacado que la Historia lo recuerda fue “el Apóstol de los indios” Bartolomé de las Casas, un misionero domínico, llegó como aventurero en 1502. Este fue  testigo de espantosas masacres de indios.  De las Casas experimentó una especie de conversión, desde este entonces combatió con denuedo los abusos de los conquistadores y se transformó en el defensor de los derechos indígenas mediante los siguientes procedimientos:

·         Condenó el sistema español de tenencia de la tierra y el uso de los indígenas como esclavos en la encomienda.

·         En lo político gestionó negociaciones para una visión más clara en las cuestiones coloniales.

·         En las cuestiones misioneras juntó a los indígenas para construir un modelo de comunidad y formó evangelizadores nativos.



Los jesuítas y la obra misionera: Los jesuítas arribaron a América Latina con posterioridad a las otras órdenes mencionadas; pero muy pronto fueron capaces de sobrepasar a todas las demás. Fueron los más destacados de todos los misioneros en América y realizaron una labor extraordinaria. Además, fueron los principales civilizadores de los indígenas. Se establecieron en Brasil, Paraguay y Argentina.

La obra de los jesuítas: en 1549 ya estaban en Brasil. En Colombia iniciaron un centro activo de trabajo a favor de los esclavos africanos. El misionero más destacado fue Pedro Claver, denominado  como “el Apóstol de los negros”. El mismo se consideraba esclavo de los esclavos. Fue duramente resistido por los dueños de los esclavos, quienes veían amenazados sus intereses.

Su llegada a la Argentina: los Jesuítas llegaron a la Argentina en 1585 por Tucumán y provenientes de Chile. A Buenos Aires llegaron en 1608. Los primeros en llegar a  Paraguay fueron en 1605, provenientes del Perú. Dos años más tarde fundaron la Provincia Jesuítica del Paraguay, llegando a ser la más famosa.

Las reducciones jesuíticas: las reducciones fueron comunidades indígenas altamente organizadas, disciplinadas y regimentadas. Consistía en un poblado edificado alrededor de una plaza, era adminstrado por un cabildo, alcaldes y regidores. El indígena recibía una vivienda y tenía como deber cultivar una parcela de tierra para su sostén. Se dedicaba también a la crianza de ganado y construir casas. Además, aprendieron artes y otros oficios.

La metodología de los jesuítas: los jesuitas estudiaban rigurosamente los idiomas nativos (guaraní). Tendieron a respetar las organizaciones básicas de la relación política establecidas entre los indígenas (caciques). Conquistaron a los indígenas mediante las actividades artísticas (música, cerámicas, pinturas y otras actividades.

La expulsión de los jesuítas: los intereses de la corona hizo que la estrategia misionera pronto se hizo evidente de manera trágica. Por sus intrigas políticas en Europa y América se les ordenó a que abandonaran el continente latinoamericano en 1768. Muchos de los indefensos habitantes fueron asesinados o esclavizados por los aventureros españoles o portugueses (bandeirantes) que codiciaban sus tierras.



Tema 5: La reforma en Inglaterra, Escocia e Irlanda.



            La reforma en Inglaterra fue muy particular y diferente a las reformas producidas en el continente europeo. Estas diferencias se dieron por varias razones, no obstante, claramente se pueden distinguir dos de ellas: Inglaterra siempre estuvo separada de Europa, tanto en su geografía (por ser una isla), como en su filosofía y pensamiento religioso[3]. La segunda razón se debe al fuerte nacionalismo del pueblo, durante el siglo XVI. En este sentido, la historia de la reforma estuvo influenciada por los monarcas de turno.

            Por otro lado, la oportunidad de la reforma también fue alimentada por cuatro sucesivos eventos que no le debemos restar importancia:



Cuatro eventos que prepararon la reforma en Inglaterra
El sistema de gobierno
El sistema de gobierno medieval fue reemplazado por la fuerte casa de los Tudor y posteriormente por los Estuardo.
Organización interna
Luego de la pérdida de posesiones en Francia Inglaterra puso atención a sus cuestiones internas.
Surgimiento de la clase media
Las guerras civiles eliminaron a la vieja nobleza feudal y esto dio lugar al surgimiento de una clase media en las ciudades.
La expansión industrial
Inglaterra se transformó en una potencia industrial y marítima a nivel mundial.





A.    El comienzo del protestantismo inglés.



A diferencia de las reformas en el continente europeo, en Inglaterra ya existían ideas de reforma. Tanto los asociados de Wycliff o Guillermo de Ockham, Guillermo Tyndale con su traducción de la Biblia al inglés, la presencia de humanistas y frailes ambulantes ayudaron positivamente a la promoción de las ideas de reforma. Sin embargo, los reyes y monarcas mantenían fiel al país a la ICR. La ocasión para la separación se dio con Enrique VIII (1491-1547), en quien se gestó un dilema familiar y dio lugar a una larga gestión que culminaría con un anticipo de un largo proceso de reforma.



1.      Enrique VIII.



      Por cuestiones de espacio debemos limitarnos a una descripción somera sobre la situación del protestantismo. De hecho, el estudiante cuenta con un material anexo para reforzar sus ideas y conexos para el estudio.

      Si bien aislada, Inglaterra continuaba involucrada en la política continental a través del casamiento de Enrique VIII con Catalina de Aragón, quien era al mismo tiempo hija de Fernando e Isabel de España. Enrique anhelaba tener un hijo varón, pero, con Catalina, le nacieron varias hijas de las cuales sobrevivió una: María Tudor. Enrique comenzó a dudar que su matrimonio fuese legítimo, porque era ilegal casarse con la mujer de su hermano.[4] De allí se sintió atraído por una dama de la corte, Ana Bolena.

                Esta situación tomó una vía diplomática donde se iba a resolver la cuestión del divorcio y nuevo casamiento en los siguientes pasos: ante el fracaso de la anulación del matrimonio por parte del papa Clemente VII, se realizó una consulta a la Universidad de Cambridge y a otras universidades de Europa. La respuesta favoreció a la anulación del matrimonio. Frente a esta respuesta Enrique VIII hizo que el clero inglés lo declarara como el “único y supremo señor” de la Iglesia en Inglaterra. El arzobispo Tomás Crammer anuló su matrimonio y en 1533 hizo posible el casamiento entre Enrique y Ana.

                Este contexto puso a los ingleses en una extraña situación, de ser una Iglesia Católica que rechazaba la autoridad del papa. No todos estuvieron de acuerdo. En 1535 muchos murieron en lealtad hacia Roma. Tomás Moro, el católico más eminente en las Islas Británicas, fue canciller maryor, en este año fue decapitado por su lealtad al papa. Cuatrocientos años más tarde fue llamado santo.

            Por su parte, Tomás Cronwell (1485-1540) fue un sucesor del canciller Tomás Woley, un hombre notable del rey. Cronwell fue católico, pero tenía inclinaciones protestantes. En su responsabilidad visitó a los monasterios, suprimió los monasterios que resultaban decadentes, demostró simpatías hacia la ideas de Lutero y alentó la traducción de la Biblia, conocida como The Great Bible. En Junio de 1540 fue condenado bajo el Acta de Proscripción por herejía y traición. Al mes siguiente fue decapitado.

            Otro Tomás inglés fue Tomás Cranmer (1489-1556). Fue arzobispo de Canterbury y a su vez un líder de la reforma protestante. En sus ideas fue influido por las opiniones luteranas, humanistas y antipapistas. Era un erudito y hombre de fe, aunque luchó sin mucho éxito. Anuló tres matrimonios de Enrique VIII y lo casó dos veces. Su contribución no fue como teólogo o administrador de la Iglesia, sino como un escritor. Los libros más importantes fueron los siguientes:



LAS OBRAS LITERARIAS DE TOMÁS CRANMER
Libro de oración común
Escribió dos primeras ediciones del libro cuyas ideas se apartaban de la misa latina, promovía la eucaristía y la permanencia de rodillas del participante.
Liturgia
Contribuyó en la liturgia para la Iglesia en Inglaterra ya que tuvo libertad para hacerlo.
Sus Artículos
Escribió sus máximas concesiones al protestantismo por medio de los diferentes artículos: confesión de fe, libro de homilías y una revista del derecho canónico.



            Después de mucha presión firmó varias retracciones por temor al sufrimiento y lealtad a la supremacía real. En víspera de su ejecución recuperó su valor y marchó hacia su muerte en la hoguera el 21 de Mayo de 1556.



2.      La reacción al protestantismo inglés.



A la muerte de Enrique VIII le sucedió su hijo, Eduardo VI, un niño de 9 años de edad. Este gobernó bajo la tutoría del Duque de Northumbria (1547). Durante este gobierno, que duró solamente 6 años, fueron distribuidos los seis artículos y Cranmer estuvo libre para iniciar la reforma. Los dos libros de Oración Común fueron la evidencia de un movimiento hacia una teología protestante.

            Sin embargo, a la muerte de Eduardo VI, quien murió a causa de una enfermedad tuberculosa (a los 16 años de edad), le sucedió Juana Grey, una sobrina nieta de Enrique VIII de 14 años de edad. Su reinado duró solo nueve días, fue condenada y dos años después decapitada. Juana fue un testimonio de la fe protestante. En una de sus charlas con el capellán católico romano, en su prisión realizó una declaración más simples y claras de la enseñanza sobre la justificación de fe y el concepto Zwingliano de la Cena del Señor.

En 1553 el trono fue ocupado por María Tudor, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón. María se casó con Felipe II de España y reinó más de cinco años. Fue ardientemente leal a la memoria de su madre. Poco atractiva físicamente, de 37 años de edad y de salud muy precaria, gobernó con valentía y una voluntad irresistible. Aunque el pueblo inglés no la quería, su reinado triste convenció a todos para no tener jamás un gobierno católico.

Con la ayuda del cardenal Reginaldo Pole desarrolló numerosos cambios en la Iglesia. Su reinado cosechó un gran número de ejecuciones, decapitaciones y quemas de personas en la hoguera. En este sentido, sus críticos la recordaban como “María la sangrienta.” En buena medida, estas ejecuciones no necesariamente reflejaban su carácter vengativo, sino eran las evidencias de las rebeliones existentes en el contexto inglés. Su muerte fue poco feliz, ya que su esposo estaba con ella con poca frecuencia, perdió el afecto de sus súbditos y estaba segura que no dejaría heredero directo para su reinado.



3.      El establecimiento de la iglesia en Inglaterra (1558-1603).



Después de la muerte de María Tudor, el pueblo inglés llegó silenciosamente a la conclusión que Isabel (hija de Enrique VIII y Ana Bolena)  era la heredera del trono. También se presumía que Isabel sería protestante. Isabel reinó casi 50 años y su reinado está relacionado con las eras más gloriosas de la historia inglesa. Es recordada por sus riquezas, comercios, literaturas y hazaña en los mares.

            Isabel en su gobierno guardó para si sus convicciones religiosas. Si bien creció entre las ideas protestantes, sabía mucho de religión, pero tuvo pocas convicciones. Frecuentemente amaba las pompas y aprobaba los servicios de la iglesia. Nunca fue reconocida por el papa, tampoco fue apoyada por España.

            El reinado de Isabel estaba sujeto a complots, el papa la depuso y la puso bajo el bando. Esto aumentó los sentimientos anticatólicos y también aumentó su popularidad. Una de sus hazañas más notables fue el triunfo sobre la Armada Invencible de España, que en 1588 fracasó en su conquista de Inglaterra. Los resultados de este exitoso gobierno dieron evidencia a los siguientes logros para el protestantismo inglés:





LOGROS DURANTE EL REINADO DE ISABEL EN INGLATERRA

El Renacimiento inglés
Músicos, artistas y poetas ingleses fueron los más grandes del mundo (Shakespeare).
El gobierno inglés
La Cámara de los Comunes en el Parlamento estaba compuesto por protestantes. Isabel fue proclamada Suprema Gobernadora sobre el Reino de Gran Bretaña y sus dominios.
La organización eclesiástica
Se permitía el casamiento del clero parroquial, se destruyeron los monumentos de idolatría y superstición en los cuadros, vidrios y construcciones. Se declaraba la fe ortodoxa basada en la Biblia. Se adoptó el libro de Oración Común y la confesión de fe de los 39 Art. de 1563.
La liturgia
Los cristianos ingleses estaban más interesados en la vida práctica y la adoración que por los asuntos teológicos.
El anglicanismo
Es la representación de la mitad de camino entre el catolicismo romano y el zwinglianismo suizo.



            Durante el reinado de Isabel comenzó a sentirse dos amenazas bien definidas: la oposición de la ICR y el movimiento puritano inglés. Entre los segundos estaban los puritanos moderados y los puritanos radicales.



B.     Las características y alcances de la reforma de Inglaterra.



1.      Una reforma sin trascendencia.



El establecimiento y desarrollo de la reforma en Inglaterra, en el período isabelino, produjo diferentes circunstancias que pronto se volvieron cada vez más protestantes. Entre algunos estos resultados podemos realizar la siguiente evaluación:



a)      El triunfo inglés sobre la invasión española (a través de su Armada), en 1588, produjo un triunfo completo del protestantismo entre los ingleses.

b)      A lo largo del reinado de Isabel la figura del catolicismo romano quedó eliminado casi por completo.

c)      Pero, el mismo protestantismo inglés estuvo dividido entre sí.

d)      La revuelta inglesa no produjo un líder religioso destacado, no manifestó un despertar espiritual en el pueblo, sus motivos fueron políticos y sociales.

e)      La teología no mantuvo un solo perfil, sino fue una mezcla de luteranismo, calvinismo y catolicismo (Deiros, 131).



2.      El surgimiento del puritanismo inglés.



Con la muerte de Isabel (1603) se dio paso a una oportunidad a los puritanos. Específicamente porque Isabel murió sin haberse casado. En este particular subió al trono Jacobo I, un primo escocés. Esto era el temor de muchos monarcas de la casa de Tudor (Enrique VIII y otros). Jacobo era hijo de María de Estuardo (reina de los escoceses), depuesta por los escoceses, presa y decapitada por Isabel I. Muchos esperaban que Jacobo de Estuardo simpatizara con su causa presbiteriana. Pero, Jacobo I estaba cansado de Escocia y el gobierno al estilo Tudor. Muy pronto confirmó las leyes isabelinas en contra de los Católicos.

                En este contexto hubo una conspiración en contra de Jacobo I. Fueron colocados unos barriles con pólvora debajo del parlamento para matar a Jacobo y su hijo mayor. El complot fue descubierto, los conspiradores fueron ejecutados y esto incitó a un sentimiento anticatólico romano.

            Durante el reinado de Jacobo I  se desarrollaron dos ramas del puritanismo inglés:





DOS RAMAS DEL PURITANISMO INGLÉS
Los puritanos moderados
Pretendían reformar la adoración en la Iglesia Anglicana y buscaban garantías de libertad dentro de una Iglesia gobernada por obispos.
Los puritanos radicales
Pretendían una restitución total de la Iglesia, con una adoración más simple, participación de laicos e independencia de las congregaciones locales.



            En 1603, los puritanos moderados presentaron una petición milenaria al rey Jacobo I. Esta petición de tres mil firmas buscaba los consecuentes cambios en la Iglesia Anglicana. Entre estos cambios era la nueva traducción de la Biblia al idioma inglés. Si bien, ya había dos traducciones existentes (hecha por Tyndalle), el rey concedió este pedido y en 1607 se inició el trabajo de traducción para ser publicada en 1611. Esta traducción se denominó: “La versión autorizada del rey Jacobo” (en inglés se la conoce por la tradicional King James). Los puritanos moderados fueron progresivamente activos. Buscaron la observancia del día domingo, acomodaron los Salmos a la música y lectura bíblica, además enfatizaban el cuidado de los aspectos morales de la vida.

            Por su parte, los puritanos radicales persistieron y crecieron, pero en pequeñas minorías. Algunos permanecieron en Inglaterra, mientras otros buscaron refugios en la Europa continental (Holanda, Moravia). Muchos de las iglesias independientes surgieron de ellos: los bautistas quienes diferían de los congregacionalistas en cuanto al bautismo infantil. La primer Iglesia Bautista nació en Amsterdam entre los separatistas dispersos.



3.      El denominacionalismo inglés.



A la muerte de Jacobo I le sucedió su hijo Carlos I. Este fue un hombre con muchas virtudes, pero en conclusiones, fue una típica víctima real. Un devoto anglicano y un buen hombre, no obstante, no fue muy sabio e inconstante. Aunque Carlos trató de controlar el Parlamento, la tensión iba en aumento. En 1645 se produjo la Guerra Civil que culminó con la derrota del rey.

            El Parlamento fue sucedido por Guillermo Laud, un antipuritano y baluarte de las ideas anglicanas, a su vez amigo de de Carlos I. Pero, pronto fue decapitado (1645). El Parlamento aprovechó la circunstancia para obrar cambios revolucionarios en la Iglesia Anglicana. Para ello, se abolió los rasgos católicos introducidos por Laud y se propuso la preservación de la religión reformada de la Iglesia en Escocia, donde se trató de unificar la religión con Inglaterra e Irlanda.

            La Asamblea celebrada en Westminster (1546) abolió el Libro de Oración Común Inglés y se redactó lo que hoy se denomina la Confesión de Westminster.

            Después de la muerte de Carlos I no hubo rey en Inglaterra, sino un Commonwealth (una Mancomunidad británica que mantenía la relación entre sí – 1653). Si bien, el Parlamento fue comandado por Oliverio Cromwell (1599-1658), no obstante el gobierno era ejercido por la minoría. Bajo este Commonwealth Inglaterra tuvo más libertad religiosa  que cualquier otra nación europea.

            En lo personal, Cromwell llegó a tener una fe vigorosa, buscó de reorganizar a la Iglesia Anglicana, trató de colocar fieles predicadores en cada iglesia y protegió a los grupos independientes como Cuáqueros, judíos, valdenses y otros perseguidos protestantes. En este contexto, los reformadores radicales tuvieron sus oportunidades y aprovecharon esta libertad.

            Este período también fue un tiempo de grandes debates en cuanto a la reforma de la Iglesia en Inglaterra. Los protestantes ingleses estaban divididos en diferentes grupos:

           

DIFERENTES GRUPOS DE PROTESTANTES INGLESES

Anglicanos moderados
Querían asegurarse que la Iglesia inglesa seguiría en su teología Calvinista
Presbiterianos
Querían una Iglesia oficial, gobernada como en Escocia, no por obispos, sino por juntas de ministros, llamados presbíteros.
Independientes
Creían que la Iglesia debía ser independiente del gobierno y que cada congregación local debía ser libre en sus asuntos (O. Cromwell era indepen.).
Separatistas
Eran similares a los independientes, pero no reconocían otras formas de ser iglesia a las de ellos.
Otos grupos menores
Eran los cavadores, los Cuáqueros y los de la Quinta monarquía.



            El sistema del Commonwealth no pudo perdurar. A la muerte de Cromwell (1658), no hubo quien suplantase este ideología. Aunque las ideas del Commonwealth pronto fueron trasladadas a las nuevas Colonias Americanas, donde los ideales de la democracia y libertad fueron mejor recibidas y puestas en acción.

            A partir de estos cambios, Inglaterra continuó medio siglo con una revolución e inestabilidad. Con el ascenso al trono de Carlos II y Jacobo II hubo intentos del regreso hacia el Catolicismo romano, no obstante, la convivencia entre católicos y protestantes se hizo presente mediante los diferentes actos de tolerancia existente.

                       

C. La reforma en Escocia.



En los tiempos de la Reforma, en materia política y económica,  Escocia estaba sumida en la pobreza, se encontraba cerca de cuatrocientos años atrás del resto de Europa occidental. La historia de los reyes se caracterizaba por asesinatos, regencias disputadas. Su parlamento era una simple asamblea feudal, donde los señores feudales y los reyes se encontraban en continuas disputas unos con otros. Esto implicaba un gobierno débil e incapaz de gobernar a ese país. Sus políticas generalmente se caracterizaban por las alianzas con Francia  para resistir a los ingleses, que deseaban apoderarse de sus territorios.

            Por otro lado, la iglesia escocesa era rica en cuanto a extensiones de tierras, secularizada y sus beneficios servían para sostener a los hijos menores de las grandes familias feudales, para que vivieran cómodamente, con el resultado que las actitudes del clero poco honor hacían a su sagrada vocación.



1.      La Reforma.                                          

 


La preparación más grande para la reforma religiosa de Escocia se dio mediante varios factores convergentes, que ayudaron al desarrollo de una reforma global de este país:




a.       La división de ideas en  cuanto a la política de Escocia: Durante el siglo XVI el país se dividió entre quienes seguían una política tradicional, feudalismo, debilidad de los reyes y su alianza esporádica con Francia; y estaban aquellos que sostenían que las circunstancias habían cambiado y que era aconsejable mantener lazos más estrechos con Inglaterra. (Debemos destacar que esta inclinación hacia Inglaterra se produjo mediante el casamiento de Jaime IV de Escocia con Margarita Tudor – hija de Enrique VII de Inglaterra. Posteriormente, Enrique VIII ofreció la mano de su hija María Tudor para el casamiento con Jaime V, pero esto prefirió su alianza con Francia).

b.      El arraigo de las ideas protestantes de los lolardos y husitas: Muchos escoceses que habían viajado a Alemania con fines de estudios, regresaron con ideas de los reformadores. El gobierno escocés promulgó leyes en contra de los propagandistas protestantes. El primer mártir en este territorio fue Patrick Hamilton, uno de los hijos menores de Sir Patrick Hamilton de Kincavel. Hamilton Jr. Tenía ideas luteranas. En su estadía en París y Lovaina fue impresionado por las ideas de Lutero. A su segundo regreso a Escocia, le fue permitido predicar y disputar en la universidad de San Andrés; pero luego fue arrestado y juzgado en la catedral. Al mediodía del 27 de Febrero de 1528 fue enviado a la hoguera.

c.       La educación del pueblo escocés: A pesar de los atrasos de la civilización, el estado de la educación en Escocia se encontraba más adelantado de lo que se podía esperar. Muchos historiadores, refiriéndose a este hecho, creen que el factor educativo fue una permanente influencia de la vieja iglesia céltica, que sostenía las reglas de educación como primordiales. Enseñaban a niños/as a leer, dispensar sacramentos y a participar de la confesión (soul-friendship). En este sentido, las escuelas y los monasterios proveyeron de eruditos ansiosos por enriquecer sus conocimientos más allá de lo que la madre patria podía darles. El estudiante escocés siempre fue muy bien reconocido en toda Europa continental.

d.      La influencia y tarea de Juan Knox: Poco se sabe respecto de la vida previa a las reformas de Knox. Se puede saber que venía de un pueblo común de Escocia, Haddington. Su nacimiento data entre 1505 - 1515. Por su fe y convicciones políticas fue puesto en la cárcel por diecinueve meses (1547), un sistema de prisión bajo cadenas, día y noche. Después de ser liberado (1549), gracias al gobierno inglés, fue a Inglaterra donde predicó atacando la misa como acto idolátrico. Durante el reinado de María Tudor (1554) huyó a Europa continental. En este exilio, estuvo en Ginebra y en Zurich. Allí estudió junto a Calvino y Bullinger, el sucesor de Zwinglio. Luego realizó dos visitas a Escocia para fortalecer la fe de los protestantes que quedaban en el país. La primera fue por unos 10 meses, de septiembre de 1555 a julio de 1556.

La segunda visita de Knox a Escocia, poco antes de 1560, con la ayuda de Isabel de Inglaterra, los protestantes hicieron la retirada de los francos y comenzaría el sueño del destino de muchos. Si bien, Knox, en un tiempo cercano tuvo sus diferencias con los lores, especialmente por el tema económico, ya que el reformador quería invertir en la educación y el alivio de las penurias de los pobres.

e.       El momento político oportuno: El curso de la vida religiosa de Escocia estaba determinado por los diferentes intereses políticos de las facciones católicas y protestantes de este tiempo. Pero, el escenario principal fue en 1542, a la muerte de Jaime V, cuyo reinado pertenecía a su hija María Estuardo. Enrique VIII pretendía casarla con su hijo Eduardo, heredero de la corona inglesa. Muchos de los protestantes Escoceses eran anglofilos, mientras los católicos eran francofilos. Estos últimos querían enviar a María a Francia para contraer matrimonio con un príncipe francés. Esto no ocurrió. El episodio más característico fue cuando el jefe católico y arzobispo de S. Andrés, David Beaton persiguió a los protestantes, enviando a Jorge Wishart, el gran predicador, a la hoguera. Frente a esta situación, un grupo de protestantes tramó una conspiración, y en mayo de 1546 se apoderó del castillo de San Andrés, dieron muerte a Beaton, el gobierno como estaba poco y nada pudo hacer, de esta manera este lugar comenzó a ser un baluarte de la fe protestante. En esta escena entró Knox.



2.      La influencia de Knox en la Reforma de Escocia.    



a.       Portavoz de la Reforma escocesa: Knox fue el principal portavoz de la reforma en Escocia. Era tutor de dos hijos de nobles que conspiraban a favor del protestantismo. Tuvo contactos con el predicador Jorge Wishart, su antecesor. Fue su inseparable compañero. Cuando el partido romanista, muchas veces liderado por el cardenal David Beaton, se propuso asesinar al predicador, Knox llevaba un espadón listo contra quien quisiera atacar a Wishart cuando predicaba. Knox tenía una combinación de carácter, ternura con una aspereza de fondo (Lindsay, 230).

b.      La relevancia de sus correspondencias: Los lores enviaron cartas a Knox, cuando estuvo en Ginebra, donde reclamaban su regreso. A su vez, también, los lores confederados en las primeras decisiones fueron influenciados por medio de la tarea de Knox y Calvino.

c.       Rebusteció al protestantismo escocés en diferentes formas: Al igual que Lutero, antes de partir a Ginebra por segunda vez, encontró el tiempo para casarse con su primera esposa. Según Calvino, “esposa de la que no hay igual en ninguna parte.” (Calvino a Knox, 23 de abril de 1561). Este acto fue con la intención de rebustecer el creciente pensamiento protestante en su país natal.

d.      Promovió la transición del luteranismo hacia el Calvinismo en Escocia: Knox en su doctrina de la justificación en principio era luterano. Pero, luego de permanecer y estudiar junto a Calvino adoptó una confesión de fe calvinista. En este sentido, desempeñó un papel importante en la redacción de la Confesión Escocesa, aprobada por el Parlamento en 1560. Confeccionó un libro de disciplina. Otorgó al protestantismo escocés una teología y disciplina eclécticas.

e.       Organizó la Iglesia Reformada en Escocia: Knox y sus colaboradores organizaron una iglesia que tuvo una forma de gobierno  presbiteriano. En cada iglesia se elegían ancianos, y también el ministro. Se utilizaban el libro de orden común y la confesión escocesa, que fue un pilar, traducida al latín, que un símbolo de la Iglesia de Escocia durante el primer tormentoso siglo de su existencia. Fue profesada y creída por los protestantes de este reino, y ratificada por su sana doctrina, basada en la infalible verdad de la Palabra de Dios. Esta Confesión fue sustituida por la Confesión de Westminster de 1647.



3.      Las características de la Reforma en Escocia.                       



A diferencia que en otras partes de Europa, la Reforma de Escocia se distinguió en varios aspectos:



a.       La Reforma sostenía un modelo Calvinista: La Reforma escocesa fue antes religiosa que política. La misma Confesión de Fe, redactada por Knox y cinco colegas. Ponía énfasis en la Biblia, puso énfasis en la disciplina y fue redactada cuidadosamente. Se ordenó la traducción al latín para que fuera enviada a Calvino para su respectiva revisión.

b.      La Reforma era socialmente inclusiva: La Reforma escocesa daba lugar a todas las clases sociales. La nobleza aceptó primero ofreciéndole su apoyo. Knox, al regreso de su exilio, fue bien recibido en las casas de muchos nobles. También se incluían a los pobres, tomándolos en cuenta en sus proyectos. El reformador se caracterizaba por sus intensas actividades de predicación. Diariamente hablaba sobre el libro del profeta Ageo, sobre la construcción de un nuevo Templo, una doctrina adecuada para este tiempo. (Algunos historiadores dicen que Knox fue elocuente, pero le faltaba el poder milagroso para demostrarlo).

c.       La Reforma era democrática: Lo más trascendente de esta reforma fue la atracción común de toda la gente. Surgió una sorprendente unanimidad entre todos los sectores escoceses: nobles, gobernantes, pobres, campesinos, etc. Más allá de las características calvinistas, esta reforma tuvo en cuenta el gobierno de la Iglesia.

d.      La Reforma ponía énfasis en la educación: Si bien, el pueblo Escocés tenía una inclinación hacia la buena educación, en todas las esferas y edades se ponía énfasis sobre la formación. Se daba una gran importancia a un ministerio instruído. Los pastores de las parroquias, en sus dos clases, de primer grado, eran los exhortadores quienes podían pronunciar discursos. Los de grado inferior, cuya obligación era leer distintamente las oraciones comunes y las Escrituras. Se esperaban que ambos enseñaran a los niños. Los fondos recogidos eran designados para el sostén de los pobres, de la religión y la educación.

e.       La Reforma fue resistente: La Reforma escocesa fue muy intolerante. Si bien, no había muchos radicales en Escocia, Knox y sus seguidores fueron resistentes a loas católicos nativos, franceses y de otras regiones. Sus ideas eran intransigentes y no negociables, actuaban en todas las medidas que podían para erradicar todas las posturas que no sincronizaban con la reforma.



D.    La Reforma en Irlanda.



La historia de la Reforma en Irlanda fue muy ambigua y compleja. En primer lugar,  durante siglos, un centro de vida religiosa que enriqueció la vida espiritual, tanto de Inglaterra como a la Europa Occidental.  El estudiante puede recordar los episodios ya estudiados en el período de los siglos VII y VIII.

            Sin embargo, a partir de los siglos XII y XIII la Iglesia de Irlanda fue llevada a una relación más íntima con Inglaterra y Roma. Pero, los irlandeses permanecieron inquietos y para el siglo XIV ya habían arrojado de si al yugo inglés, de este modo un siglo antes de la Reforma en Europa, ya estaban independientes de Inglaterra.

            La población irlandesa, en sus dos ascendencias: la gaélica y la inglesa, tuvieron un fuerte apego a la fe católica romana. En parte por su conservadurismo, por otra manifestaba una oposición a Inglaterra. De allí, en el período de la Reforma Europea, la ICR tenía una gran filiación con los irlandeses. Durante el reinado de Isabel I en Inglaterra se provocaron rebeliones, en parte por la donación de tierras irlandesas a los ingleses. Sin embargo, a partir del reinado de Jacobo I, un Estuardo en la silla inglesa, se dio un comienzo de una extensa colonización inglesa. Los inmigrantes hacia Irlanda eran protestantes: anglicanos y presbiterianos. Luego con el gobierno del Commonwealth inglés, Oliverio Cromwell fue comandante del ejército irlandés. Se suprimieron las tierras de los católicos romanos y las donaron a ejército protestante. Como en Inglaterra, la iglesia oficial de Irlanda estaba en manos de los puritanos extremistas.

            Con la restauración de los Estuardo (1660), con Carlos II hubo un alivio a los católicos. Se devolvieron una tercera parte de las tierras donadas a los protestantes. Aparecieron las luchas por la reconquista del trono. Mientras que Guillermo de Orange y sus hombres abogaron por una moderación, aunque los protestantes anglicanas no querían saber nada de moderación. En este sentido, los católicos y presbiterianos fueron objetos de leyes discriminatorias: fueron alejados de los gremios, se les privó del voto, se les prohibió enseñar, usar armas. Muchos de ellos huyeron del país, otros buscaron alivio emigrando a las colonias americanas. Recién en 1714, con la llegada de la dinastía hanoveriana se concedió la libertad de cultos a los católicos y derechos menores en algunos oficios. A los presbiterianos también se les exigían los diezmos para el sostén de la Iglesia en Irlanda.



E.     El surgimiento del protestantismo evangélico.



A partir de la consolidación de los diferentes movimientos de reformas protestantes, cada grupo fue decidiendo su pertenencia de acuerdo a las condiciones que se presentaban. Mientras que en Inglaterra se consolidaba el pietismo, los mismo ocurría en el continente Europeo, pero el efecto más dinámico del desarrollo evangélico se dejó ver en las nuevas colonias americanas.

               









Trabajo Practico.





Cap 1. ¿Describa las caracteristicas de la iglesia primitiva?



Cap 2. ¿Describa la expansión de la iglesia por Siria, India y China_



Cap 3. ¿Cuáles son las caracterisiticas de la iglesia bizantina?



Cap 4. ¿Cuáles fueron los problemas de la iglesia primitiva?



Cap 5. ¿Cuáles fueron los factores que hizo retroceder y avanzar la iglesia en la época medieval?



Cap 6. ¿Por qué era necesaria la reforma?





Bibliografía general






Lindsay, Historia de la Reforma, Tomo 1. Buenos Aires: Editorial La Aurora, 1949



De Almeida, Abram, Lecciones de la historia que no podemos olvidar. Miami: Editorial Vida, 1991.



Diccionario Enciclopédico Compendiado Vox. Tomo I. Barcelona: Publicaciones y Ediciones Spes,

            1958. Para el cuadro de: la cronología de los concilios ecuménicos.

Justo L. González, Historia del Cristianismo,  Vol. 1 y 2



Jean Comby, Para leer la Historia de la Iglesia, Vol. 1 y 2



Driver, Juan. La fe en la periferia de la historia. Guatemala: Ediciones Buena Semilla, 1997.



Comby, Jean. Para leer la historia de la Iglesia: desde el siglo XV al siglo XX. Estella – Navarra:

            Editorial Verbo Divino, 1987.



Deiros, Pablo A. Historia del cristianismo. El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1978.



Elts van Der. Juan Pablo II: la historia del papado. México: INDEC multimedia, 1999.



Küiper, B.K. The Church in History. Grand Rapids: National Union of Christian School, 1960.



Latourette, K. Scott. Historia del cristianismo. Tomo 1 y 2. El Paso: Casa Bautista de Publicaciones,

            1992.

Lindsay, Tomás M. Historia de la Reforma, 2 tomos. Buenos Aires: Editorial La Aurora, 1959.



Nelson, Wilton M. (editor). Diccionario de historia de la Iglesia. Miami: Editorial Vida, 1989.



Pardo, José, José A. Schettini y Andrea Rizzoli. Historia universal: Reforma y contrarreforma.

            Volúmen 53. Barcelona: Editorial Noguer, 1974.



Schwanitz, Dietrich. La cultura: todo lo que hay que saber. Buenos Aires: Taurus Ediciones, 2004.



Qualben, Lars P. A History of the Christian Church. Nueva York: Thomas Nelson & Sons, 1942.

           



[1] Santa Ana, la supuesta madre de la Vírgen María, era la patrona de los mineros.
1 Blaurock tiene que ver con un clérigo de Bonaduz, Suiza, llamdo Jorge Cajakob, un sacerdote educado. Este apodo es recogido por una crónica huteritas en las siguientes formas: “... Blaurock: chaqueta azul... a causa que en una ocasión, cuando discutían en una asamblea los asuntos de la fe, también expresó su opinión; alguien entonces preguntó quién había sido este último en hablar; respondiendo otro que lo había hecho “el de chaqueta azul”. William Estep, Revolucionarios del Siglo XVI (El Paso: CBP, s.f), 41.
[3] En lo religioso, los monarcas y reyes ingleses se mantuvieron fieles a la ICR desde el siglo XIII, aunque no estaban de acuerdo que el papa interviniera en sus asuntos internos.
[4] Catalina era esposa de Arturo, el hermano mayor de Enrique VIII, pero seis meses después de esta boda, Arturo falleció. Gracias a los arreglos de Enrique VII, padre de los dos, se hizo un arreglo con el papa a fin de conservar la alianza de su país con España.

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