domingo, 9 de septiembre de 2012

Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Mateo 5:

 

La Biblia dice que sólo los de limpio corazón veran a Dios.
En medio de un mundo lleno de corrupción, desalientos, fracasos y felicidades incompletas, la biblia afirma que hay una condición para el hombre en la cual todo circunstancia adversa sería tranformada. Este verso no habla del futuro en el cielo, ni aún su contexto. Más bien habla de nuestro tiempo actual. Puedes ver a Dios HOY.
La condición que debes cumplir para ver a Dios es una buena conciencia un corazón limpio, sin odios ni envidias, ni aborrecimientos, sin maldad, sin inmundicias, ni lascivias. Un limpio corazón.
Para el hombre esto es imposible, pero para Dios todo es posible. Cristo es el vehículo que te puede conducir al cumplimiento de esta condición. Acércate con corazón sincero a Dios y verás que si lo puedes lograr.
Ver a Dios no solo es experimentar una gloria sublime, una experiencia sobrenatural, un extasis celestial. Ver a Dios tambien es participar de su gracia para con nosotros, es vivir una tranformación de caracter, de pensamiento y aún de sentimientos. Experimentar una vida renovada, cambiante y con deseos de vida, de alegría y gozo.
Ver a Dios es experimentar un amor inusual por lo demás, llegar a un rendimiento del yo para perdonar. Aceptar a los demás tal como son, pero con la convicción de ayudarles a cambiar para su bien.
Ver aDios es participar de su poder para tranformar. Transforma tus circunstancias, tus problemas, tu enfermedad, tus deudas, tus complejos, tus temores.

Tú puedes ver a Dios, con un limpio corazón.

Jesús, nuestro salvador, es el blanqueador.

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