domingo, 29 de julio de 2012

UN LLAMADO A REGRESAR

Por. Lic. Guillermo Sebastian Olivera, Argentina
Ruth 1:6 Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan.
INTRODUCCION
Las historias de algunas personas en la Biblia se encuentran tan entrelazadas que casi son inseparables. Sabemos más acerca de su relación que de ellas como individuos. Y en una era que rinde culto a la personalidad, sus historias son modelos útiles que ayudan a las buenas relaciones. Noemí y Rut son ejemplos hermosos de esta fusión de vidas. Sus culturas, sus antecedentes familiares y su edad eran muy
diferentes. Como suegra y nuera, tal vez tuvieron tantas oportunidades de tensión como de ternura. Y así se mantuvieron unidas la una a la otra.
Pasaron por profunda tristeza, se quisieron mucho y se entregaron por completo al Dios de Israel. Y a pesar de su interdependencia, tenían libertad en cuanto a su compromiso de la una por la otra. Noemí estaba dispuesta a permitir que Rut regresara a su familia. Rut estaba dispuesta a dejar su tierra natal e ir a Israel. Noemí incluso ayudó en los arreglos matrimoniales de Rut y Booz aun cuando esto podía
cambiar su relación con ella.
La escasez de la tierra prometida había pasado y nuevamente hubo pan en Belén de Judá, la casa de pan y alabanza. Así que Noemí quiere volver a su casa y a su tierra. Yo se que Noemí tuvo que seguir a su esposo a esa tierra lejana, y por eso no la voy a llamar una pródiga. Pero esa familia nunca debería haber estado en Moab. Igual que el hijo pródigo, la familia descarriada que también se arrepiente, anhelará
estar en la casa del padre. Y si no tienen deseos, o anhelos fuertes de volver a la casa de su padre, es porque no son hijos del padre y no tienen nada en común con él. Un hijo pródigo no puede estar feliz viviendo con los cerdos de este mundo, porque en el fondo de su ser tiene la naturaleza de su padre, y no de un cerdo. Tendrá que
concluir, "Me levantaré y me iré a mi padre, y le diré, Padre, he pecado contra el cielo y contra ti."
Dios estaba en el centro de su comunicación íntima. Rut llegó a conocer al Dios de Israel a través de Noemí. La anciana permitió que Rut viera, escuchara y sintiera todo el gozo y la angustia de su relación con Dios. ¿Cuán a menudo siente usted que sus pensamientos y preguntas acerca de Dios deben quedar fuera de una amistad íntima?
¿Cuán a menudo expresa sus desordenados pensamientos acerca de Dios con su esposa o con sus amigos? Expresar abiertamente acerca de nuestra relación con Dios puede brindar profundidad e intimidad a nuestra relación con los demás.
DESARROLLO
La escasez de la tierra prometida había pasado y nuevamente hubo pan en Belén de Judá, la casa de pan y alabanza. Así que Noemí quiere volver a su casa y a su tierra. Yo se que Noemí tuvo que seguir a su esposo a esa tierra lejana, y por eso no la voy a llamar una pródiga. Pero esa familia nunca debería haber estado en Moab. Igual que el hijo pródigo, la familia descarriada que también se arrepiente, anhelará
estar en la casa del padre. Y si no tienen deseos, o anhelos fuertes de volver a la casa de su padre, es porque no son hijos del padre y no tienen nada en común con él.
Hermano en Cristo, ¿estás viviendo lejos del gozo y la paz que Dios te dio cuando la recibiste como Salvador personal? Si la respuesta es sí, entonces hay que hacer la decisión que hizo Noemí, de dejar la tierra lejana - el mundo y volver a Judá - la tierra prometida - la tierra de pan y alabanza - la vida victoriosa en Cristo. Haz esa decisión y comienza a andar en la luz otra vez. 1 Juan 1:9 nos promete, "Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad."
Es el tiempo que debemos regresar a los pies del Señor, muchas veces es muy duro reconocer que hemos tomado malas decisiones, por no consultar en oración al creador de todo, nuestro buen Dios, Noemí se equivoco en su decisión de ir lejos de su tierra a los campos de moab, pero debemos reconocer que cuando se da cuenta de este gravísimo error, no se detiene y decide volver a su casa a su familia, a su
tierra y pedir perdón por lo malo de su decisión anterior de no consultar con Dios el ir a otros lugares en busca de un futuro mejor.
CONCLUSIÓN
Tenlo por seguro que la confesión y arrepentimiento se igualan a gozo y paz. Vuelve hoy a la casa de tu Padre Celestial y el te recibirá con bendiciones, pues siempre ha estado esperando por ti, Dios mira a cada segundo al camino para ver si volvemos y darnos lo mejor. Cristo, es quien nos redime de la pobreza espiritual y de la esclavitud del pecado. Dios no escatimo esfuerzos para redimirnos y lo más grande se cumple en Cristo Jesús, quien es nuestro redentor.

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