Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas
pruebas
Pr Lic. Guillermo Sebastián Olivera
Santiago 1:2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os
halléis en diversas pruebas
INTRODUCCIÓN
Santiago
no dice si pasan por diversas pruebas, sino cuando pasan por
diversas pruebas. El da por sentado que vamos a tener pruebas y que es posible
sacar provecho de ellas. La idea no es fingir ser feliz cuando uno se enfrenta
al dolor, sino tener una perspectiva positiva ("tener por sumo gozo")
por lo que las pruebas pueden producir en nuestra vida. Santiago nos dice que
debemos convertir nuestras dificultades en períodos de aprendizaje. Los tiempos
difíciles pueden enseñarnos paciencia. Para mayores detalles relacionados con
la paciencia
DESARROLLO
En
realidad, no podemos llegar a conocer la profundidad de nuestro carácter hasta
ver cómo reaccionamos frente a las presiones. Es muy fácil ser amable cuando
todas las cosas andan bien, pero ¿seguiremos siendo amables cuando otros nos
traten injustamente? Dios quiere que seamos perfectos, no librarnos del dolor.
En lugar de quejarnos por nuestras luchas, debiéramos ver en ellas
oportunidades de crecer. Dé gracias a Dios por haber prometido estar con usted
en tiempos difíciles. Pídale que le ayude a resolver sus problemas o que le dé
la fortaleza para soportarlos. Luego sea paciente. Dios no lo dejará solo con
sus problemas; permanecerá cerca de usted y le ayudará a crecer.
El
cristianismo enseña a los hombres a estar gozosos en las tribulaciones; tales
ejercicios vienen del amor de Dios; y las pruebas del camino del deber darán
lustre a nuestras virtudes ahora y a nuestra corona al final. En los tiempos de
prueba preocupémonos que la paciencia actúe en nosotros, y no la pasión; lo que
se diga o haga, sea la paciencia la que lo diga y haga. Todo lo necesario para
nuestra carrera y guerra cristiana será otorgado cuando la obra de la paciencia
esté completa. No debemos orar pidiendo que la aflicción sea eliminada, tanto
como pidiendo sabiduría para usarla correctamente. ¿Y quién no quiere sabiduría
para que lo guíe en las pruebas, regulando su propio espíritu y administrando
sus asuntos? He aquí algo como respuesta a cada giro desalentador de la mente,
cuando vamos a Dios experimentando nuestra propia debilidad y necedad. Después
de todo, si alguien dice, esto puede pasarle a algunos, pero me temo que yo no
triunfaré, la promesa es: a todo aquel que pida, le será dado.
Una
mente que se ocupe en considerar, de manera única y dominante, su interés
espiritual eterno, y que se mantiene firme en sus propósitos para Dios, crecerá
sabia por las aflicciones, continuará ferviente en sus devociones y se
levantará por sobre las pruebas y las oposiciones. Cuando nuestra fe y espíritu
se levantan y caen con las causas secundarias, nuestras palabras y acciones
serán inestables. Esto no siempre expone a los hombres al desprecio del mundo,
pero esos caminos no pueden agradar a Dios. Ninguna situación de la vida es tal
que impida regocijarse en Dios. Los de baja condición pueden regocijarse si son
exaltados a ser ricos en fe y herederos del reino de Dios; y los ricos pueden
regocijarse con las providencias humillantes que los llevan a una disposición
mental humilde y modesta.
La
riqueza mundana es cosa que se agota. Entonces, que el que es rico se regocije
en la gracia de Dios que lo hace y mantiene humilde; y en las pruebas y
ejercicios que le enseñan a buscar la dicha en Dios y de Él, no en los placeres
perecederos.
CONCLUSIÓN
La
alegría en medio de las pruebas muestra la difícil situación social y
espiritual que padecían las comunidades, es un llamado para tomar conciencia y
optar por el proyecto de Dios que libera. El mismo llamado de hoy, pues
cruzamos igual que antes una muy complicada situación y espiritual, como si repitiéramos
la historia, sin remordedimiento de nuestras conciencias.
Las
pruebas tienen dos aspectos positivos: son motivo de alegría cuando son
consecuencia de la opción por Jesús y son una gran oportunidad de madurar en la
fe. Prueba y fe son la escuela donde crece la paciencia o perseverancia activa.
La fe perseverante tiene como meta la perfección, que se alcanza cuando se une
la opción por los pobres y el seguimiento de Jesús.
Para
vencer la prueba es necesario pedir a Dios sabiduría. Esta sabiduría no
consiste en saber muchas cosas, sino en ponerse los lentes del Evangelio para
tomar conciencia y salir airosos en el «desierto» de las tentaciones sociales y
espirituales, dispuestos a crear vida, alimentarla y protegerla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario