Autor: El apóstol Pablo.
Fecha: Probablemente escrita desde Roma, año 60 - 64 d.C.
A quien estaba dirigida?: A la iglesia en Colosas, una ciudad
de Asia menor.
Propósito:
General: Un mensaje de buena voluntad, para exhortar y enseñar a los creyentes.
Especial: Para contrarrestar errores
doctrinales que surgían de la mezcla de la enseñanza del judaísmo con la
especulación oriental y filosófica. Estas herejías tendían a oscurecer la
gloria divina de Cristo.
Características de la carta: La carta tiene un parecido
considerable con la de Efesios, tanto en los conceptos como en el
lenguaje. Sin embargo, tiene un mensaje distintivo propio. En Efesios, Pablo
hace hincapié en el pensamiento de la iglesia como en cuerpo de Cristo,
mientras que en Colosenses resalta a Cristo como la cabeza de la iglesia.
La advertencia contra la confianza en
la sabiduría mundana que aparece en 1 Corintios también aparece en Colosenses.
Colosas
La información que actualmente
poseemos de la ciudad de Colosas es escasa. Sabemos que se alzaba sobre las
márgenes del río Lico, afluente del Meandro, a unos 175 km. al este de Éfeso; y
que, desde el punto de vista administrativo, pertenecía a la provincia romana
de Asia. Hubo una época en que gozó de cierto prestigio comercial, pero a
partir del año 61 d.C., después de un violento terremoto, entró en tal proceso
de decadencia que pronto llegó a su casi total desaparición.
Tampoco se tienen muchas noticias de
la iglesia colosense, que a Pablo le era personalmente desconocida en las
fechas en que escribía esta epístola (1.4; 2.1). Un par de veces había pasado
por la región de Frigia (Hch 16.6; 18.23), pero sin visitar la ciudad.
La predicación del evangelio en
aquella zona de Asia Menor había sido confiada a Epafras, residente en Colosas
(4.12) y quizá fundador de la iglesia. A él se refiere el apóstol con claro
afecto, llamándolo «consiervo amado» (1.7; cf. Flm 23) y relacionándolo con las
comunidades cristianas de otras dos ciudades: Laodicea, donde posiblemente la
iglesia llegó a tener cierta importancia, y Hierápolis (2.1; 4.13, 15–16; cf.
Ap 1.11; 3.14–22).
Los creyentes que se reunían en
Colosas constituían un grupo principalmente de procedencia gentil, compuesto
por personas que, en su mayoría, si no en su totalidad, habían profesado antes
alguna forma de culto pagano.
Propósito
A pesar de su corta existencia, la
iglesia ya había empezado a acusar la infiltración de doctrinas que se
desviaban del evangelio. Esta noticia, recibida por conducto de Epafras, alarmó
a Pablo, que se hallaba preso, posiblemente en Roma. Al comprender los peligros
que acechaban a la fe aún reciente de los colosenses (1.23; 2.4–8, 16–23), les
escribió poniéndolos sobre aviso. Luego encargó a «Tíquico, amado hermano y
fiel ministro y consiervo en el Señor» (4.7), que llevara la carta a su
destino.
En este documento se revela la
influencia que entre los creyentes de Colosas ejercían todavía algunos hábitos
residuales de sus antiguas creencias religiosas y usos paganos (2.8, 14–17).
Eran formas de vida y de cultura difíciles de desarraigar, las cuales, unidas a
la permanente presión del medio social colosense y a la incesante insistencia
de los judaizantes acerca de la sujeción a la Ley mosaica (cf. 2.11–13, 16),
causaban confusión e inquietud en la iglesia.
Contenido y estructura
El cuerpo central de la Epístola a
los Colosenses (=Col) está estructurado en tres grandes secciones,
precedidas de una breve introducción (1.1–8) y seguidas de un epílogo que
contiene notas personales y saludos de despedida (4.7–18).
En la primera sección (1.9–23), Pablo
da gracias al Señor por la fe de los «santos y fieles hermanos en Cristo que
están en Colosas» (1.2), a quienes asegura de la acción salvadora de Dios
(1.9–14). Con un himno de elevada inspiración y belleza, proclama la soberanía
de Cristo sobre todo lo creado (1.15–20): Cristo, «cabeza del cuerpo que es la
iglesia» (1.18. Cf. Ef 1.22–23), «es antes que todas las cosas, y todas las
cosas en él subsisten» (1.17). Mediante su sacrificio en la cruz, ha redimido al
pecador (1.14) y lo ha reconciliado y puesto en paz con Dios (1.20–22).
La segunda parte de la carta
(1.24–2.5) se refiere al ministerio de Pablo, a su predicación del evangelio
entre los gentiles, a los que él da a conocer los designios de Dios, antes secretos
pero ahora revelados en Jesucristo, que es la esperanza gloriosa para cuantos
creen en él (1.25–27; 2.2–3).
La tercera sección (2.6–4.6) instruye
acerca de los valores del evangelio de la gracia. En Cristo «habita
corporalmente toda la plenitud de la divinidad» (2.9), y en él alcanzan los
creyentes su propia plenitud (2.10–15); en consecuencia, deben abandonar
actitudes y preceptos que no concuerdan con la nueva vida en Cristo (2.13–17;
20–22), y buscar «las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra
de Dios» (3.1). Esa nueva vida ha de ajustarse a los principios de la nueva
humanidad creada en Cristo (3.10): tanto en lo estrictamente personal (3.5,
8–9) como en lo que afecta a la convivencia en la iglesia, en la familia, entre
las amistades o en el trabajo (3.5–4.1). El evangelio proclama la superación en
Cristo de todo lo que conduce a establecer diferencias hostiles entre persona y
persona, porque Cristo «es el todo y en todos» (3.11). En consecuencia,
aquellos a quienes Dios ha querido escoger tienen el deber inexcusable de vivir
en recíproca disposición de humildad, perdón, paz y "amor, que es el
vínculo perfecto" (3.12–14).
El epílogo (4.7–18) incluye una
relación de saludos en la que se menciona a varios colaboradores de Pablo. Entre
otros, a Tíquico, portador de la carta; a Onésimo, que es «uno de vosotros»
(4.9), y a Lucas, «el médico amado» (4.14).
Fecha y lugar de redacción
Esta epístola ofrece una especial
coincidencia de nombres propios con la dirigida a Filemón, también escrita en
la cárcel. Pero el paralelismo más notable se da entre Colosenses y Efesios
(véase Introducción a Efesios). Es probable que ambas pertenezcan a la
misma época (los años 60 y 61), lo cual explicaría la semejanza de los temas
expuestos, la forma similar de tratarlos y los paralelos de estilo y
vocabulario. Tradicionalmente se ha pensado que Colosenses fue escrita
en Roma.
Esquema del contenido:
Prólogo (1.1–8)
1. La obra salvadora de Dios (1.9–23)
2. El ministerio de Pablo (1.24–2.5)
3. La nueva vida en Cristo (2.6–4.6)
Epílogo: Salutaciones finales
(4.7–18)
Reina-Valera 1995—Edición de Estudio,
(Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
La Biblia de Referencia Thompson,
Versión Reina-Valera 1960, Referencia Temática # 4259.
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